Después de muchas dilaciones, los rusos se niegan abiertamente a desistir de sus intenciones en Corea acceso natural del Japón al Continente Asiático. Rusia jamás ha pensado que el pequeño Japón pueda oponérsele y aborta todo intento de dialogo. Japón responde airadamente, rompe sus relaciones diplomáticas y se dispone para una confrontación armada.

Con el fin de aprovechar sus ventajas, la flota japonesa ataca sin declaración formal de guerra, apenas al día siguiente de la negación rusa para continuar las negociaciones, una pequeña flota japonesa aparece y las tropas japonesas comienzan a desembarcar en las costas de Corea. Antes de las 10 de la noche del 8 de febrero una decena de torpederos japoneses entran en Port Arthur, donde se halla anclada la flota rusa y antes de que los rusos puedan hacer el primer disparo ya han perdido varios de sus barcos. Con ello, Japón da el primer paso para recuperar su preponderancia marítima en el Lejano Oriente. Se inicia la guerra ruso-japonesa.

El 10 de febrero de 1904 Japón declara formalmente la guerra a Rusia (Guerra ruso-japonesa). La noticia es recibida con entusiasmo en San Petersburgo ya que en Rusia la perspectiva de guerra con Japón se vive como una cuestión de trámite. El zar se refiere a los japoneses en su diario como “macacos” y su ministro del interior Von Plebe no ve con malos ojos la guerra en el contexto de la agitación que sacude al Imperio: “Necesitamos una pequeña guerra victoriosa”, dice. Sin embargo las hostilidades se prolongarán durante meses, uno y otro bando perderán oportunidades, pero especialmente los rusos, quienes no tienen un plan de acción ni objetivos definidos. Los japoneses sitian Port Arthur y envian un ejército para que penetre en Corea y Manchuria.

ROOSEVELT declara la neutralidad de los EEUU. en la guerra entre Rusia y Japón.

La guerra ruso-japonesa da lugar a un viraje ruso hacia Inglaterra. Ambas potencias llegarán a un acuerdo sobre las respectivas zonas de influencia imperialista.

Tropas japonesas penetran en la región de Manchuria y se atrincheran junto a Mukden, simultáneamente se establecen también con éxito en Corea.

Rusia lleva a cabo un infructuoso intento para romper el bloqueo japonés a Port Arthur.

Las fuerzas zaristas procedentes de Vladivostok son también batidas en el estrecho de Corea. Los japoneses destruyen varios barcos, entre ellos el acorazado Rjurik.

La flota rusa en el Báltico recibe orden de acudir en ayuda de la escuadra del Pacífico. El propio Zar se presenta para despedirla en el Revé (hoy Talio) el 9 de octubre de 1904. En su trayecto el soberano ha recibido noticias triunfalistas exageradas e incluso erróneas de la prensa mundial.

Port Arthur capitula el 3 de enero de 1905 ante los japoneses tras un asedio de varios meses. El general ruso Anatoli Mijailovich Stoessel ha dirigido al general japonés Nogi una carta, en la que le dice: “Considero que es inútil toda resistencia, vistas las posiciones que ocupáis y propongo abrir negociaciones para la capitulación”. El precio ha sido 60.000 bajas. En seguida se ha suspendido el fuego y han fraternizado las avanzadas de ambos ejércitos. En Manchuría, el general ruso Alexéi Nikoláievich Kuropatkin hace cuanto puede dadas las circunstancias.