MARÍA de Castilla (Hija de Enrique III de Castilla)(Esposa de ALFONSO V de Aragón)

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Matrimonio, en Valencia, de ALFONSO, hijo de FERNANDO I de Antequera, con MARÍA de Castilla.


Matrimonio, en Valencia, en la fecha, de ALFONSO, hijo de FERNANDO I de Antequera, con MARÍA de Castilla, hija de Enrique III de Castilla y CATALINA de Láncaster y heredera de JUAN II de Castilla si éste muere sin descendencia. Posiblemente, FERNANDO I abriga la esperanza de conseguir también la corona de Castilla y, en este sentido puede interpretarse esta boda.

JUANA II de Nápoles se arrepiente de su propósito de nombrar heredero a ALFONSO V. Nombra a LUIS III de Anjou.


Posteriormente, JUANA II de Nápoles se arrepiente de su propósito de nombrar heredero a ALFONSO V y nombra en su lugar a LUIS III de Anjou. ALFONSO, irritado, se dirige hacia Nápoles, lo que constituye su verdadero objetivo. Mientras tanto, su esposa MARÍA de Castilla ejerce el papel de lugarteniente general en el reino

Después de entregar plenos poderes a su esposa MARÍA, ALFONSO V el Magnánimo embarca para Sicilia.


Después de entregar plenos poderes a su esposa MARÍA de Castilla, ALFONSO V el Magnánimo embarca para Sicilia. Mientras aguarda en Sicilia la muerte de JUANA II de Nápoles para tomar posesión de aquel reino, ALFONSO V aprovecha la ocasión para combatir a los piratas tunecinos. Los infantes PEDRO, ENRIQUE y JUAN se reúnen con su hermano, deseosos de convencerle para que regrese a la península, dados los graves problemas que allí se desarrollan.

La esposa del rey ALFONSO V, Dña MARÍA, reúne Cortes en Monzón.


La esposa del rey ALFONSO V, Dña MARÍA, reúne Cortes en Monzón. Se acuerda armar una escuadra y enviarla en auxilio de ALFONSO V. La llegada de de esta escuadra anima al rey a seguir con fuerza la conquista de Nápoles.

La situación de los remensas es cada vez más confusa y envenenada. Se sienten traicionados por la corona.


La situación de los remensas está cada vez más confusa y envenenada. Sintiéndose traicionados por la corona, los payeses incrementan la presión sobre la reina MARIA que actúa como regente porque su marido se encuentra en Nápoles. A finales de marzo de 1453, la reina obtiene la suspensión provisional del reconocimiento de los derechos señoriales. Éstos, sin embargo, serán restablecidos nuevamente en el mes de agosto siguiente.