Desde 1957, Bélgica es parte integrante de la CEE.

La CECA tuvo tal éxito que en el plazo de unos años los mismos seis países que constituyen esta organización deciden avanzar e integrar otros sectores de sus economías. En 1957 firman los Tratados de Roma por los que se crean la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) y la Comunidad Económica Europea (CEE). En el tratado de la CEE se establecen como instituciones la Asamblea, el Consejo, la Comisión y el Tribunal de Justicia. Los Estados miembros quieren así eliminar las barreras comerciales entre ellos y crear un “mercado común”.

Los Tratados de Roma entran en vigor. La CEE y Euratom empiezan a trabajar en Bruselas. La Asamblea Parlamentaria, establecida en Luxemburgo, y el Tribunal de Justicia son comunes a las tres Comunidades.

Se celebra en Estrasburgo la sesión por la que se crea la Asamblea Parlamentaria Europea. Schuman es elegido Presidente de la misma. Esta Asamblea sustituirá a la de la CECA.

Gran Bretaña, Suecia, Noruega, Dinamarca, Suiza, Austria y Portugal firman en Londres el tratado fundacional de la Comunidad Europea de Libre Cambio (EFTA) y se plantean como fines “la expansión económica, el pleno empleo, el uso racional de los recursos, la estabilidad financiera y la elevación del nivel de vida”.

Entra en vigor la Asociación Europea de Libre Comercio.

En Bonn (a la sazon capital de la RFA) se celebra una cumbre en la que “los Seis” expresan su deseo de crear una unión política.

Gran Bretaña inicia la negociaciones para adherirse a la CEE, la CECA y el Euratom, pero pone condiciones: mantener las ventajas de la Commonwealth y una participación reducida en la política agraria común

En la UE, se crea la Política Agraria Común (PAC), con el fin de lograr un mercado único de productos agrícolas. Entrará en vigor el 30 de julio de ese año.

El 9 de febrero de 1962 el Gobierno de FRANCO, a través del ministro Castiella, solicita del Mercado Común una apertura de negociaciones para la asociación con vistas a una adhesión futura. Esta fórmula tiene implicaciones políticas pues pocos meses antes la Asamblea Parlamentaria de la CEE ha aprobado el informe Birkelbalch, que establece que tanto la asociación como la adhesión plena exigen la existencia o la tendencia hacia un cierto nivel de desarrollo económico, de compromiso con el bloque occidental y de sistema democrático. Aunque las expectativas de la mayoría del Gobierno de FRANCO eran puramente económicas, puede ser que la elección por Castiella de la fórmula de la asociación implicara una voluntad de apertura política del Régimen. La reacción de los Gobiernos ante la petición española es positiva en los casos de Alemania y Francia, mientras que otras potencias europeas evitan un pronunciamiento prematuro. Por el contrario, la petición de asociación desata rápidamente campañas de opinión antifranquistas. Además, el grupo socialista de la Asamblea Parlamentaria europea presenta una moción que rechaza siquiera el inicio de las conversaciones.