JUAN I el Grande (Rey de Portugal) (Juan de Avis)(1385-1433)

Total de piezas: 12

Expedición mandada por los infantes portugueses DUARTE, PEDRO y ENRIQUE el Navegante.


Una expedición mandada por los infantes portugueses DUARTE, PEDRO y ENRIQUE el Navegante, parte de Lisboa hacia Ceuta que será conquistada a los benimerines, así como la isla de Perejil (a unos cuatro kilómetros). La cruz portuguesa se instala en Ceuta. (Su escudo municipal, hoy todavía es el de Portugal). La conquista de Ceuta supone la apertura de una vía descubridora para el pueblo lusitano; el Atlántico africano y África se convertirán desde entonces en la pasión de JUAN I, el rey portugués. Su población es expulsada y sustituida por colonos cristianos.

Los intrépidos marinos portugueses se arriesgan a explorar las costas de África.


El camino más obvio es circunnavegando África, pero ello implica navegar por el Atlántico. Los últimos que han navegado por el océano han sido los fenicios y para mantener el monopolio de sus rutas comerciales han fomentado o simplemente inventado las supersticiones marineras que hacen creer a la posteridad que aquellas aguas son innavegables: horribles monstruos marinos, mares hirviendo que derriten el calafateado de los barcos, calmas chichas que los inmovilizan para siempre. ENRIQUE el Navegante, infante de Portugal, hijo del rey JUAN el Grande, es un apasionado por las expediciones marítimas. ENRIQUE, piensa que si los barcos pudiesen hallar una ruta hacia aquellas tierras, evitando el paso por el Imperio otomano, los artículos objeto de demanda resultarían más baratos y asequibles. Desafiando lo desconocido, los intrépidos marinos portugueses se arriesgan a explorar las costas de África.