Para asegurar la sucesión al trono de Portugal, de Beatriz, hija de Fernando I de Portugal, la Corte portuguesa pacta, en Salvaterra de Magos, el matrimonio entre Beatriz y JUAN I de Castilla. Las capitulaciones matrimoniales se realizan el 2 de abril de 1383 en Salvaterra de Magos, y en ellas se estipula que a la muerte de FERNANDO I sin hijos varones, la corona pasará a Beatriz, y su marido se intitularía rey de Portugal. Aunque Juan I de Castilla podía intitularse como rey de Portugal, la partes castellanas y portuguesas acuerdan no mezclar los reinos de Castilla y Portugal, y por ello, Leonor, la viuda del rey Fernando, permanecería como regente y a cargo del gobierno de Portugal hasta que Beatriz tuviera un hijo que alcanzase catorce años de edad, el cual asumiría el gobierno y título de rey de Portugal, y sus padres dejarían de serlo. Si Beatriz muriese sin hijos, la corona pasaría a otras hipotéticas hermanas menores, y en caso negativo, la corona pasaría a JUAN I de Castilla, y a través de él a su hijo ENRIQUE, desechando a los hijos de Inés de Castro.

Pese a que BEATRIZ cuenta sólo diez años de edad, JUAN I de Castilla acepta y el matrimonio tiene lugar en Badajoz el 17 de mayo de 1383. Antes, JUAN I ha derrotado en una acción fulminante a su hermanastro, el infante ALFONSO Enríquez, y a los infantes portugueses JUAN y DIONISIO que se habían levantado al verse privados de posibles derechos sucesorios por el nuevo matrimonio real.

Fallece FERNANDO I de Portugal. Leonor, su viuda, conforme al tratado de Salvaterra de Magos y el testamento del rey difunto, se encarga de la regencia y el gobierno en nombre de su hija.

JUAN I de Castilla quiere unir en su persona los dos reinos, por ello se decide a intervenir en su calidad de esposo de la reina niña BEATRIZ de Portugal. La nobleza terrateniente le apoya. A principios de 1384, JUAN I de Castilla había llegado a Santarem y obligado a Leonor Téllez a dejar la regencia de Portugal y a hacerle entrega de los atributos reales. Pero, tras el inútil asedio de Coimbra y Lisboa, para vencer la resistencia que se opone, JUAN I debe retirarse para invernar. El difunto rey de Portugal, Fernando I del que está en discusión su sucesión, tiene un hermanastro, Juan de Avís, que, al igual que Enrique de Trastámara, presenta el inconveniente de su nacimiento ilegítimo. También, lo mismo que Enrique, considera que esa circunstancia no debe ser óbice para acceder al trono. Se ha casado con Felipa, hija del inglés Juan de Gaunt, lo cual significa que puede contar con la ayuda inglesa.

Pero durante el invierno las Cortes portuguesas, después de descartar a JUAN y a BEATRIZ como sucesores al trono, proclaman nuevo rey de Portugal a JUAN de Avis, que reinará como JUAN I el Grande (1385-1433).