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El prior ANTONIO, hijo del infante LUIS, nieto pues del rey Manuel I de Portugal, que se había proclamado rey en la ciudad de Lisboa con la ayuda del pueblo y de una parte de la nobleza, al entrar las tropas españolas ha tenido que huir a Francia. Desde allí, lenta y soterradamente, gana adeptos y maneja sus intrigas.
El marqués de Santa Cruz obtiene para España la resonante victoria naval de la isla Terceira sobre las tropas de ANTONIO, autoproclamado rey de Portugal en contra de FELIPE II.
Con la excusa de apoyar al vencido pretendiente de Portugal, el prior ANTONIO cuyos seguidores se han escondido en algunas de las islas Azores, la reina madre de Francia, CATALINA de Médici, que en la práctica aún ejerce el poder en aquel país, patrocina el envío de sendas flotas al archipiélago, una en el verano de 1582 y otra en el de 1583, con el propósito de conquistarlo y obstaculizar desde allí el comercio hispano-portugués con las Indias.
FELIPE II que cuenta con un excelente servicio de espionaje en Francia, descubre a tiempo los propósitos y manejos de su antigua suegra CATALINA de Médici y puede enviar al problemático archipiélago, tanto en el primer caso, como en el segundo, una flota bien dispuesta y excelentemente dirigida por D.ÁLVARO de Bazán, marqués de Sta.Cruz que destroza con relativa facilidad las armadas enemigas y asegura por varios años el dominio hispano en aquella estratégica zona, llave del Nuevo Mundo.
El prior ANTONIO, tras agotar su lucha por la legitimidad y sus fracasos de instalarse por la fuerza en Lisboa con la ayuda de Francia, logra convencer en Londres a la reina ISABEL de la rentabilidad de que ésta apoye su empresa de tomar el trono de Portugal.
