El emperador LEÓN I sube al trono del Imperio romano de Oriente (457-474). LEÓN I es oriundo de Tracia por lo que se inicia la llamada dinastía tracia. Sus estrechas relaciones con ASPAR, el jefe de los alanos, le permite alzarse al trono de Constantinopla. Más tarde podrá desembarazarse de Aspar y dedicarse a las tareas de gobierno personalmente. Las relaciones de LEÓN I con el papa de Roma serán bastante fluidas al reprimir enérgicamente el monofisismo. LEÓN I recibirá la corona del patriarca de Constantinopla, convirtiéndose en el primer emperador romano coronado por un dignatario eclesiástico. Es la confirmación religiosa a cargo del vicario de Dios. Con este sistema se legitimará la revuelta y destitución del soberano incompetente. Mas de una vez dicha coronación será comprada por el soberano.

LEÓN I emperador bizantino, intenta extender su autoridad a la zona occidental del Imperio que en aquellos momentos está siendo ocupada por los bárbaros y lucha, sin mucho éxito, contra los vándalos que están asentados en el norte de Africa. Los reyes populares de los ostrogodos son reconocidos como generales.

El Emperador de Oriente, LEÓN I nombra emperador de Occidente a Julio NEPOTE, en el año 474, dignidad que recibirá en el mes de junio, tras vencer y destronar a GLICERIO, último emperador de una serie de incompetentes que durante los últimos veinte años han reinado en Roma. NEPOTE es también considerado el último Emperador Romano de iure. Gobernará en un comienzo sobre Italia y las áreas contiguas que aún se encuentran bajo el control del Imperio Romano Occidental.

Fallece el emperador del Imperio romano de Oriente, LEÓN I.