Nace Franklin D. Roosevelt. Miembro del Partido Demócrata de los Estados Unidos, inicia su carrera política desde muy joven al ganar un escaño en el Senado del Estado de Nueva York y luego pasa a desempeñarse como Secretario de Marina. Forma así parte del comité conjunto que constituye la denominada Secretaría de Defensa de Estados Unidos. Desde este cargo asume –de facto– todas las funciones, ejerciendo una supremacía respecto a la rama de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, llamada como la Armada de los Estados Unidos. De tal modo tuvo influencia directa sobre los Marines, la Guardia Costera y en general, sobre muchas otras funciones dentro de la Secretaría de Defensa. A tal grado, que durante todo su mandato, él ejerció amplias facultades al respecto, por encima del Secretario de la Defensa de entonces. Este cumplía apenas con las formalidades y protocolos del caso.

La brillante carrera política de Franklin D. Roosevelt, se vio interrumpida por su padecimiento de polio que le significó una parálisis parcial. A consecuencia del mal, Roosevelt se apartó de la escena pública por un tiempo. Para muchos nos encontrábamos en el fin de su carrera convencidos de que no volvería jamás a la política. La creencia de que no volvería a la política se vio desmentida cuando un renovado (aunque aún afectado por la polio) Roosevelt salió de su retiro para postularse al cargo de Gobernador de Nueva York, ganando la elección con un impresionante éxito, luego de lo cual buscó la nominación demócrata en 1932 para la Presidencia de los Estados Unidos, obteniéndola con bastante facilidad y lanzando así su candidatura.

ROOSEVELT empieza a levantar la moral del americano son sus charlas radiadas “desde el rincón del fuego”, con su persuasiva voz de locutor, acuñando la hermosa frase “no debemos tener miedo más que del miedo mismo”. Nadie podrá discutir a ROOSEVELT el haber sabido ver que la gran depresión ha significado el fin de una etapa del liberalismo económico que, dejado al libre juego de iniciativas especuladoras, puede provocar la más engañosa de las prosperidades.

El candidato demócrata, FranklIn Delano Roosevelt, obtiene una victoria abrumadora fundamentalmente porque logra inspirar en el electorado la esperanza de que puede salirse de la Gran Depresión.

Franklyn Delano ROOSEVELT -demócrata- inicia su mandato como nuevo presidente de los EEUU. Roosevelt sabrá ir al fondo del problema económico e introducirá un intervencionismo salvador en momentos de emergencia desatrosa. Pero también sabrá ir al fondo del problema psicológico que hace dudar al americano medio sobre las esperanzas de recuperación de su propio país, un país pletórico de posibilidades desvanecidas en el espejismo del dinero fácil ganado mediante la especulación bursátil. Roosevelt se postulará nuevamente en 1936, 1940 y 1944. Vencerá en todas ellas y ejercerá la presidencia durante un período seguido de más de 12 años, que habrían sido 16 si no fuese por su repentina muerte.

Para alcanzar su objetivo, Roosevelt -nuevo presidente de Estados Unidos- propugna una nueva política económica y social que recibe el nombre de New Deal (Nuevo Trato). Roosevelt es socialmente conservador, pero sabe captar inteligentemente la necesidad de adoptar medidas sociales que eviten la desestabilización del sistema. Así, se crean organismos para socorrer a los desempleados y a los más necesitados; se entregan subsidios de desempleo y ayudas a granjeros, industriales y obreros; se procede a la modernización del agro; se impulsa la construcción de viviendas; se fomenta el trabajo temporal y, finalmente, se aprueba la Ley de la Seguridad Social que permite cubrir económicamente a ancianos y parados y proporciona ayuda a madres, niños, personas de la tercera edad y ciegos. Convencido de la bondad del sistema capitalista y de la necesidad de que el mercado sea libre, el New Deal intenta igualmente reflotar la economía y purificar los mecanismos de competencia.

En EEUU. la Ley de Obligaciones Federales (1933) protegerá a los inversores contra prácticas fraudulentas, al igual que hará con los impositores bancarios la Ley de Emergencia Bancaria (1933), que faculta al presidente para proceder a la reorganización de los bancos insolventes. El hecho de que se devalúe el dólar para combatir la inflacíón, se ayude a las grandes empresas y la subida de los impuestos sea limitada tendrá como efecto un aumento de la inversión y con ella de la creación de puestos de trabajo. No es el final de la crisis, pero sí el principio de su conclusión. Ciertamente, los elementos más conservadores de la sociedad critican acerbamente a Roosevelt, pero lo cierto es que está librando al país de polarizarse entre las utopías comunista y fascista a la vez que ayuda a salir de situaciones desesperadas a los segmentos más humildes de la sociedad.

Política de buena vecindad fue una iniciativa política creada y presentada por la administración del gobierno de estadounidense presidido por Franklin D. Roosevelt en el marco de la conferencia panamericana de Montevideo en diciembre de 1933, en lo referente a sus relaciones con Iberoamérica durante los años 1933-45, cuando la intervención de Estados Unidos en los asuntos internos de los países iberoamericanos fue moderándose. (Estados Unidos había invadido abiertamente varios países de la región en los primeros años del siglo XX, como Haití o Nicaragua.) Buscaba particularmente la solidaridad hemisférica contra amenazas exteriores, en especial de las potencias del eje durante la segunda guerra mundial, por lo tanto esta política influyó en que casi todas las naciones iberoamericanas apoyaran a Estados Unidos en dicho conflicto bélico.

En las elecciones de 1936 ROOSEVELT obtiene una de las mayores victorias políticas de la historia estadounidense. En los años de este segundo mandato ROOSEVELT tendrá que entrentarse con un Tribunal Supremo que ha declarado inconstitucional, en parte o en su totalidad, gran número de las medidas gubernamentales, como la Ley de Recuperación de la Industria Nacional de 1933. El fallecimiento de varios miembros del Tribunal será lo que, finalmente, permitirá a ROOSEVELT imponerse sobre esteórgano.

En 1937, preocupado por el avance de Alemania, Italia y, especialmente, el Japón, ROOSEVELT propugna un boicot económico contra estos países. El fracaso material de estas propuestas contribuirá no poco al enrarecimiento de un clima ya explosivo.