Nacimiento del futuro RAINIERO III, hijo de Pierre de Polignac y de Carlota Grimaldi, hija de LUIS II de Mónaco.

Se divorcian los padres del futuro RAINIERO III: Pierre de Polignac y Carlota Grimaldi.

En Mónaco, a la casa de los Goyon de Matignon, sucede en la fecha, habiendo fallecido LUIS II, la de los Polignac. No obstante, el príncipe conserva las armas y el nombre de los Grimaldi. La princesa Carlota Grimaldi casada y divorciada con Pierre de Polignac, renuncia al trono, en favor de su hijo RAINIERO. Así, pues RAINIERO III (1949-2005), hijo de Pierre de Polignac y de la princesa Carlota sucede a su abuelo, el Principe Luis II. Durante el transcurso de su reinado, uno de los más largos en la historia de Mónaco, el Príncipe RAINIERO III intensificará, dilatará y diversificará las empresas que se acometieron durante los precedentes tres reinados: de los dominios políticos, diplomáticos, internacionales, económicos y sociales, al educativo, científico, cultural, comunicaciones y deportes. A todo esto agregará la dimensión industrial. Con la recuperación de tierra del mar, ampliará el territorio nacional una quinta parte de su superficie.

RAINIERO III, tiene ascendencia española por parte de su padre, ya que los abuelos y bisabuelos de su padre, el conde Pedro de Polignac, proceden de las localidades palentinas de Santa María y San Juan de Redondo, cerca de los Picos de Europa. En concreto, Pedro de Polignac -que se casó con la princesa Carlota Grimaldi, hija natural de Luis II de Mónaco, a quien este reconoció tradiamente y declaró heredera- es hijo del conde Magencio de Polignac y de Susana de la Torre y Mier, hija a su vez de Luisa de Mier y de Celis e Isidoro de la Torre y Gil, naturales ambos de San Juan de Redondo (Palencia). El árbol genealógico, por la rama paterna de RAINIERO III se inicia con Gregorio de Mier y Terán y Mariana de Celis y Dosal, nacidos respectivamente, en 1796 y 1790.

El príncipe Rainiero sube al trono de Mónaco.

Los tiempos no están para despreocupadas diversiones y la posguerra y sus consecuencias obliga a los Grimaldi a poner a trabajar afanosamente sus células grises en pro de devolver a Mónaco su pasado esplendor. El padre Tucker, un cura estudioso de la historia de los Grimaldi, se da cuenta de que para conseguir un principado de leyenda, es necesario que exista una princesa de cuento. Una mujer bella y admirada que encuentre en el sucesor de Luis II, su nieto RAINIERO III, a su príncipe azul. Y en una época donde el glamour y el romanticismo están por las producciones hollywoodienses, qué mejor que una estrella del celuloide para vivir este cuento de la cenicienta. Y se encuentra en Grace Kelly a la consorte ideal. Así, pues, en la fecha, el Príncipe RAINIERO III se casa con la Srta. Gracia-Patricia Kelly. (En su juventud, Rainiero se había enamorado de Giselle Pascal, actriz francesa de vida ligera)

Aunque muchos creen que Grace Kelly conoció al príncipe Rainiero cuando rodaba “Atrapa un ladrón” eso no es cierto. Grace intimó por primera vez con Rainiero en el Festival de Cannes cuando acudió al certamen francés para publicitar “La angustia de vivir”. La boda supuso el fin de Grace Kelly como actriz. Los primeros años de matrimonio fueron desastrosos, debido al temperamento de Grace, no se adaptaba al principado, a su disciplina, al protocolo.  Cuando unos años después, Alfred Hitchcock requirió a su musa para protagonizar “Marnie, la ladrona”, Grace se mostró muy ilusionada con el proyecto y con su vuelta al cine pero su marido, el príncipe Rainiero, que no deseaba volver a ver a su esposa junto a un galán cinematográfico en la pantalla, se mostró disconforme, lo que provocó la sustitución de Grace por Tippi Hedren.

Grace no amaba a Rainiero, el amor llegó mas tarde con el nacimiento, en la fecha, de la princesa Carolina, su primer hijo, entonces fue cuando se puede decir que Gracia Patricia de Mónaco se convirtió en una autentica regente en el bello rincón del Mediterráneo. Posteriormente nacerían Alberto y Estefanía.

Los monegascos tardaron también en aceptarla, pero la fuerza de Grace era tremenda, su poder para conseguir la atención de los demás manifiesta, y su gran clase, brillaba con intensidad en cualquier rincón del principado, atrapando la atención del mundo en todo lo que hacía. En eso no nos puede caber la menor duda, Rainiero y Grace eran la pareja perfecta, el cuento de hadas hecho realidad, el amor lo podía todo, aunque siempre se silenció las inclinaciones de ella por volver al cine. Tenia que ser ante todo la esposa perfecta, la princesa envidiada, la única persona capaz de darle a Mónaco el esplendor del que últimamente había carecido.

Nacimiento del Príncipe heredero de Mónaco, Alberto. Según los tratados franco-monegascos, la falta de descendencia de los Grimaldi supone la reintegración de la roca a Francia. Gracias al nacimiento de Alberto, en la fecha, la dinastía ya está salvada.