Por estas fechas, procedente de una familia acomodada de Organyà (Alt Urgell), y ya con los votos de sacerdote, Antoni Roca se convierte en el primer bandido profesional de Catalunya. Bandidos ocasionales, que luchaban en guerras internas entre señores feudales a los que servían como payeses, existían desde el siglo XIV, pero es Antoni Roca el primer profesional de la violencia. Bajo la protección de nobles o barones, Roca arrasa y quema ciudades como mercenario junto con su banda de delincuentes. Desde el principio, Roca se convierte en una leyenda viva por su crueldad, inteligencia y capacidad de liderazgo. del mayor bandolero catalán de todos los tiempos. Antoni Roca llegó a tener a sus órdenes a unos 3.000 hombres y fue capaz de arrasar la Cerdanya en una semana. Representa un antes y después en la historia del bandolerismo catalán\”.

En Catalunya aumentan las rivalidades señoriales y se producen brotes de bandolerismo.

Entre los años 1539 y 1633 se abre paso el bandolerismo en Catalunya, con cuadrillas numerosas que cometen actos de delincuencia, como el asalto de masías o caminos y la falsificación de moneda y actúan a menudo a las órdenes de señores feudales. Entre las causas podemos mencionar la crisis social, la extensión del armamento de fuego y la existencia de una legislación que, en determinadas circunstancias, permite la guerra privada.

El largo historial de crímenes del bandolero de Catalunya Antoni Roca acaba en 1548, cuando hombres de su confianza, sobornados, le traicionan y es condenado a pena de muerte y torturas. Sus miembros descuartizados son colocados a las puertas de Barcelona. Un ejemplo de la importancia de Roca en su época es que Lope de Vega escribirá una obra de teatro sobre su vida más de cincuenta años después. En su obra, Lope de Vega minimizará la crueldad de Antoni Roca aunque, a diferencia de los autores del siglo XIX, sin llegar a transformarlo en un héroe moderno.

Virrey de Catalunya: PEDRO AFÁN de Rivera (1553-1558). Bajo su mandato aparece nuevamente el bandolerismo con bastante virulencia; el enérgico virrey, dispuesto a erradicarlo, ordena la demolición de castillos y mansiones de caballeros donde se refugian los malhechores.

Como sea que el bandolerismo continúa infestando a Catalunya, se alzan los somatenes y consiguen coger al famoso bandolero BARTOMEU CAMPS, que tiene atemorizada a la gente, siendo ajusticiado, en la fecha, en Barcelona.

Virrey de Catalunya: CARLOS de Aragón Tagliavía (1581-1582). En Catalunya se agrava la situación alimenticia a causa de las malas cosechas; también persiste la presión de bandoleros y hugonotes. Reaparece la piratería.

Virrey de Catalunya: MANRIQUE DE LARA Y GIRÓN. (1586-1590). Siguen los problemas de siempre, siendo de notar que por primera vez, los bandoleros se apoderan del dinero que el Rey envía a Génova, vía Barcelona.

LORENZO SUÁREZ DE FIGUEROA es nombrado Virrey de Catalunya (1596-1602). Con el fin de extirpar el bandolerismo, FIGUEROA decreta un desarme general, prohibiendo llevar armas -los famosos pedreñales, especie de trabucos con piedra de pedernal-. La razón de esta medida es que la mayoría de armas que utilizan los bandoleros provienen de cómplices que suelen ser caballeros y aristócratas. Pero la Diputació y el Consejo de Barcelona se oponen invocando que las Constituciones de Catalunya permiten a los caballeros y nobles llevar armas. El Virrey detiene a los diputados. Estos incidentes le cuestan el cargo. Escribe al rey lamentando que “las ataduras del régimen foral no permitan imponer el mantenimiento del orden público sin comtemplaciones”.

De hecho, Catalunya, aunque la época es de paz está dividida entre “nyerros” y “cadells”. En términos generales, los “nyerros” -de la casa del Banyuls, señores de Nyer- están relacionados con la nobleza y defienden los derechos señoriales con una actitud política filofrancesa y los “cadells” -de la casa de los señores de Arsèguel- están relacionados con la oligarquia urbana mostrando una actitud política filomonárquica. Las luchas entre estas familias vienen del siglo XIII y han ampliado su radio de acción desde la plana de Vic por toda Catalunya cuando llega el principio del siglo XVII. Se forman grandes partidas que obstaculizan la acción de la administración real y que, muchas veces, caen en el bandolerismo. Por unos o por otros, los jefes de estos bandoleros son admirados y protegidos.