CARTAGO / CARTAGINESES

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Roma emprende la Tercera Guerra Púnica que quiere que sea destructiva para Cartago.


Roma emprende la Tercera Guerra Púnica (149-146 aC) que quiere que sea destructiva ante la legítima defensa de Cartago contra los ataques del usurpador Masinissa, rey de los númidas y aliado de Roma, que da fácil pretexto para que Roma ataque sin piedad, ya que Cartago ha ido en contra de los dispuesto en el tratado de paz de 202 aC de no poder entablar una guerra sin el permiso de Roma. Escipión Emiliano, descendiente del gran general que había salvado a Roma en los tiempos de Aníbal, conduce la última Guerra Púnica, 55 años después de la derrota de Aníbal.

Cartago es asediada y tomada por los romanos. Los cartagineses desaparecen de la historia.


Los cartagineses, en principio, se han sometido a los romanos, pero rechazan la exigencia de abandonar la ciudad de Cartago y establecerse en las aldeas de los alrededores. Cartago, finalmente, es asediada y tomada por los romanos después de enconada lucha y arrasada hasta sus cimientos. Sus campos y huertas sembrados de sal. (JULIO CÉSAR fundará en su solar una colonia que llegará a ser sede de varios sínodos y concilios). Los cartagineses desaparecen de la historia. Los romanos, vencedores en las Guerras púnicas, dominan a partir de este momento, la costa mediterránea de África.

César Augusto refunda Cartago, pues el emplazamiento es extremadamente útil para el comercio.


CÉSAR AUGUSTO refunda Cartago, pues el emplazamiento es extremadamente útil para el comercio. Con anterioridad, los Gracos y Julio César han tenido la misma idea, pero es AUGUSTO quien la lleva a la práctica. No se trata ya de la antigua Cartago fenicia, sino de una nueva, romana. De inmediato prosperará y se convertirá en una de las grandes ciudades del Imperio. En su esplendor durante el dominio de Roma la ciudad llegó a tener una población de más de 400.000 habitantes, convirtiéndose en la segunda ciudad en importancia del Imperio. Entre sus grandes edificios destacaban el circo, el teatro, el anfiteatro, el acueducto y, sobre todo, caben destacar las Termas de Antonino, que eran las más importantes después de las de Roma, situadas en un lugar privilegiado junto al mar y de las cuales aún se conservan restos. Poseía una gran y compleja red de alcantarillado capaz de suministrar agua a toda la ciudad.