Sitio de Lleida por los franceses en 1647. Victoria española sobre Francia. La \”revuelta de Catalunya\” (1640-1652) de la que forma parte el sitio de Lleida, se debe principalmente a la presión fiscal y militar ejercida sobre todas las provincias y sobretodo a un deseo de defender las instituciones originales entre las cuales se encontraban la Diputacio de Catalunya (institución catalana que representaba a los pueblos, el clero y los militares) contra los proyectos centralistas de Madrid. El 7/06/1640, se produce el levantamiento popular contra el virrey y en septiembre comienza la resistencia catalana a toda intervención militar. Para Madrid este frente será prioritario dado que los catalanes cuentan con apoyo francés (Los franceses, sin embargo, no serán mejores a la hora de respetar las libertades catalanas).

En 1648, el Parlamento de París, en alianza con los burgueses de la ciudad, protesta contra los elevados impuestos y, con el apoyo de los artesanos, hacen estallar una rebelión contra la Corona, denominada La Fronda. Poco después de que finalice, los nobles amotinados del sur se rebelan y, antes de que la revolución sea aplastada, una guerra civil arrasa de nuevo diversas zonas de Francia. A pesar de esto, la Fronda fracasa en su intento de impedir la centralización del poder y, hasta la década de 1780, los estamentos privilegiados no desafiarán de nuevo a la autoridad de la Corona.

Desde 1648, Francia deja de pagar a sus soldados que viven de la ocupación del país. Los descontentos con la ocupación francesa (mal afectes) van en aumento. La guerra tiene muchas visicitudes. Grandes generales franceses, de los más célebres de aquellos tiempos vienen a dirigir la campaña, entre ellos Condé y Schomberg.

Al sur, el ejército franco-catalán ocupa y saquea, en la fecha, Tortosa

Terminada la Guerra de los Treinta Años, Francia ofrece a España devolver Catalunya, incluido el Rosellón, a cambio del sur de Flandes, que lindaba con su país. Es un modo fácil para España de salirse del conflicto, conservando la integridad peninsular, aunque se sacrifiquen unas posesiones lejanas y costosas, que un día u otro deberán abandonarse. Los delegados españoles en las conversaciones preliminares de la paz de Münster, no aceptan la propuesta que hace Francia en relación a Catalunya.

Por el Tratado de Westfalia, queda patente la hegemonía francesa en Europa. Francia consigue anexionarse las propiedades de los Habsburgo en Alsacia. Sin embargo, sólo en parte la región es unida a la corona de Francia: en efecto, faltan las ciudades de la Decápolis, los territorios episcopales y Estrasburgo, que sin embargo, se irán anexionando a Francia a los largo de los próximos años (Estrasburgo, la última ciudad anexionada, lo fue en 30/9/1681). Así, la cultura francesa penetra ahora en Alsacia.

Blaise Pascal inventa la primera calculadora mecánica en 1649.

El ejército castellano recupera Tortosa en 1650 y avanza decididamente hacia el interior de Catalunya, atacando por el Sur y por el Oeste.

La nobleza francesa, libre del poderosísimo genio de Richelieu, se alza en rebelión. A su lado se pone también la clase media, que desea algún tipo de gobierno distinto a la voluntad del monarca, que no debe rendir cuentas ante nadie. La insurrección se conoce como la Fronda (del nombre de un tirachinas infantil, y que se emplea como expresión para manifestar desdén). MAZZARINO actúa con desventaja por ser italiano, con lo que el fervor nacional francés puede ser fácilmente atizado contra él. Pero combate la Fronda hábilmente, y en 1650 esta casi dominada.

La retirada del gobierno colonial de la región costera norte abre la puerta de par en par a los bucaneros franceses, para que se establezcan abiertamente en La Española a mediados del siglo diecisiete. Aunque los españoles destruirán varias veces los asentamientos de los bucaneros, los franceses no serán disuadidos ni expulsados.