REINO DE CASTILLA (1157-1230)

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Bandera del Reino de CastillaEl Reino de Castilla fue uno de los reinos medievales de la península ibérica. Castilla surgió como entidad política autónoma bajo la forma de condado vasallo de León.

FERNANDO I, se traslada a Zaragoza para castigar a su rey al-Muqtadir. Después sigue hasta Valencia.


FERNANDO I, se traslada a Zaragoza para castigar a su rey al-Muqtadir ya que ha roto su compromiso con Castilla en relación al pago de las parias. Después de asolar la zona, sigue hacia Valencia a la que asedia.

FERNANDO I el Grande, rey de Castilla y León, antes de morir ha dividido su reino entre sus cinco hijos.


FERNANDO I el Grande, rey de Castilla y León, fallece cristianamente a poco de su llegada a León, después del asedio de Valencia. Antes de morir ha dividido su reino entre sus cinco hijos: Castilla y las parias del rey moro de Zaragoza a SANCHO II (1065-1072), León y las parias de Toledo a ALFONSO (1065-1109), Galicia (que queda separada de Castilla y León) y las parias de Sevilla y Badajoz a su hijo menor GARCIA. Finalmente, sus hijas ELVIRA y URRACA reciben los bienes de todos los monasterios del reino, constituidos así en infantazgo, en tanto no contraigan matrimonio.

SANCHO II de Castilla arma caballero al CID, a la edad de diecisiete años. Es nombrado alférez


Al ser elevado al trono después de la muerte de Fernando I, en la fecha, SANCHO II de Castilla (Sancho el Fuerte), arma caballero al CID, a la edad de diecisiete años y lo nombra alférez de sus ejércitos o portaestandarte del rey, quedando, por tanto, al mando de la milicia real. Es desde muy joven famoso en duelos singulares, que le valen el sobrenombre de “Campeador”. Este nombre quiere decir que ejerce en el campo, donde se batalla. Ya la nobleza se va dividiendo en ciudadana o cortesana y campeadora, que es la que soporta el peso de la guerra. Los moros por él sometidos le llaman “Cidi” o “mio Cid”, esto es “mi Señor”. Por todo ello, RODRIGO DÍAZ de Vivar es conocido por el CID CAMPEADOR.

SANCHO II el Fuerte, sitia Zaragoza, se lanza sobre Pamplona y quiere ocupar el reino de León.


Sancho II de Castilla impugna el reparto hecho por su padre al morir y reclama a Navarra parte de territorios que habían pertenecido a Castilla. Deseoso de engrandecer y consolidar sus dominios, SANCHO II el Fuerte, rey de Castilla, sitia Zaragoza para obligar a su rey a que siga pagando las parias. Luego se lanza sobre Pamplona. Después de derrotar a su homónimo, SANCHO IV el de Peñalén, quiere ocupar el reino de León de su hermano ALFONSO VI, para restablecer la unidad de los reinos de Fernando I el Grande. Se decide que los dos monarcas y sus huestes se enfrenten en un combate con carácter de “Juicio de Dios”: el vencedor será el poseedor de la razón y la justicia en el pleito planteado.

RODRIGO DÍAZ de Vivar, Alférez de los ejércitos reales, toma el juramento de ALFONSO VI.


RODRIGO DÍAZ de Vivar, como Alférez de los ejércitos reales, es el encargado de tomar el juramento de ALFONSO VI. Este juramento tiene lugar en la iglesia de Santa Gadea de Burgos “do juran los fijosdalgo”. El CID, se dirá, le hace repetir por tres veces el juramento, por lo que ALFONSO VI después de esta jura mirará siempre con recelo al CAMPEADOR. “Las juras son tan recias que al buen rey ponen espanto”. Junto al rey ALFONSO VI juran también doce señores que, con su acto, dan aún mayor garantía al juramento real. Tras ello, el Cid Campeador presenta homenaje y jura fidelidad al rey, pero éste le destituye de su cargo, que entrega a PEDRO ANSÚREZ, su hombre de confianza.

Tras la muerte de su hermano Sancho, Urraca continuará ejerciendo su señorío sobre la ciudad de Zamora.


Tras la muerte de su hermano Sancho, URRACA continuará ejerciendo su señorío sobre la ciudad de Zamora, así como sobre todos los monasterios del reino, honor que compartía con su hermana, la infanta Elvira de Toro. Fue una de las consejeras más importantes de ALFONSOI VI, al que siempre protegerá y con el que llegará a actuar en la práctica como canciller del reino. Su inteligencia política le granjeará muchos enemigos que utilizarán las habladurías para desprestigiarla, acusándola incluso en los romances populares de mantener relaciones incestuosas con su hermano.

ALFONSO VI de Castilla inicia la invasión de Pamplona.


ALFONSO VI de Castilla inicia la invasión de Pamplona. Es, aquella, una ocasión propicia para recuperar lo perdido treinta años atrás y no piensa desaprovecharla. Los castellanos se apoderan de Nájera y Calahorra y, en julio, han cruzado ya el río Ebro y toman Marañón, Sangüesa y Puente la Reina. En su acción, ALFONSO VI cuenta con la colaboración además de LOPE ÍÑIGUEZ, señor de Vizcaya, con otros nobles que también desean pertenecer a Castilla: García Ordóñez, el conde de Lara y Diego Álvarez, entre otros. El Reino de Pamplona empieza, pues, a desintegrarse, al tiempo que Castilla se convierte en el primer motor de la Reconquista y en el principal aliado de los vascongados, que acaban de recuperar su independencia.

Setenta mil almorávides, al mando de Yusuf Ben Tasfin, acuden a la demanda de ayuda de Sevilla.


Setenta mil almorávides, al mando de YUSUF Ibn Tashufin, el propio creador del imperio almorávide, acuden a la demanda de ayuda hecha por AL-MUTÁMID de Sevilla, desembarcando, en la fecha, en Algeciras. Los colegas Ándalusíes de AL-MUTÁMID le advierten que el remedio podrá ser peor que la enfermedad: “Si llamas a esos fanáticos del otro lado del Estrecho labrarás tu ruina y la de todos nosotros, se nos quedarán con todo”. Pero AL-MUTÁMID que era de los que no dudan en perder los dos ojos con tal de dejar tuerto al enemigo, se mantiene en sus trece. “Prefiero -replica- ser camellero en África a verme de porquero en Castilla.” Impondrán un fanático monoteísmo, expulsarán a todos los mozárabes, dando fin a la tolerancia musulmana y a la presencia de cristianos católicos bajo el régimen del Islam. A los almorávides se unen de inmediato las tropas de Granada, Málaga y Badajoz y, rápidamente aquel poderoso ejército se lanzará contra ALFONSO VI. Al-Ándalus se constituirá en una provincia periférica de este imperio magrebí.

Ante la invasión almorávide, ALFONSO VI pide ayuda a Francia.


Ante la invasión almorávide, ALFONSO VI envia a Francia emisarios encargados de solicitar ayuda, amenazando, de no recibirla, con pactar con los musulmanes y dejarles el paso libre hacia Francia. Entre los caballeros que responden a su llamada se hallan los hermanos RAIMUNDO y ENRIQUE de Borgoña. Los cristianos -entre los que se cuenta las huestes de Alvar Háñez, llegado de Valencia y los aragoneses y navarros enviados por SANCHO I RAMÍREZ, se concentran en Coria para cortar el avance de los musulmanes.