Alrededor de 70 personas mueren carbonizadas en un tren, en Panipat, 100 km al norte de Nueva Delhi, a causa de dos bombas destinadas a hacer descarrilar el tímido acercamiento entre India y Pakistán. El atentado se produjo en el llamado tren de la amistad,el único que une ambos países. El ministro de Exteriores pakistaní, Jursid Mahmud Kasuri, que mañana inicia una visita oficial a India de cuatro días, se encontrará con la inesperada urgencia de repatriar decenas de cadáveres, ya que unas tres cuartas partes de los viajeros eran pakistaníes. Entre los muchos paquetes abandonados en el ferrocarril horriblemente siniestrado, se han encontrado dos maletas con botellas de queroseno que no llegaron a explotar, así como temporizadores. Aun así, el Gobierno indio califica el suceso de tragedia humana, sin usar el término terrorismo. En cualquier caso, asegura que mantendrá el acercamiento con el país vecino y afirma tener ya información sobre la autoría; de hecho, después de visitar a las víctimas de las explosiones en el hospital de Safdarjung, el ministro de Ferrocarriles anuncia la primera detención, basada “en la información dada por testigos oculares”.

Entre el 26 y el 29 de noviembre de 2008, se producen diez ataques terroristas coordinados en la capital financiera de la India, Bombay. 173 personas mueren, incluyendo 6 extranjeros, y 327 resultan heridas. Los ataques son llevados a cabo en el Mumbai Sur en la atestada Estación Chhatrapati Shivaji; dos hoteles cinco estrellas, el Oberoi Trident, Taj Mahal Palace & Tower; el Leopold Cafe, un restaurante turístico y en la sede del departamento de policía del sur de Bombay. La tensión con Pakistán, sospechoso de instigarlos, sube al máximo.

Los líderes de la India y Pakistán se reúnen en Yekaterimburgo (Rusia) por primera vez desde los atentados en Bombay el pasado 26 de noviembre de 2008, perpetrados por terroristas de origen pakistaní. El primer ministro indio, Manmohan Singh, dijo al presidente pakistaní, Asif Ali Zardari que Pakistán “no debe ser usado para el terrorismo”. El deshielo entre estos dos países, no está todavía cerca.

Fallece Vicente Ferrer en la localidad india de Anantapur. Tenía 89 años. Fuentes de su organización humanitaria en Nueva Delhi han informado de que el ex jesuita, estaba en el momento de su muerte acompañado por su mujer e hijos y por miembros de su fundación en la capital india. El filántropo catalán Vicente Ferrer, será enterrado en Anantapur, ciudad en la que ha vivido en los últimos años. La Fundación Vicente Ferrer lleva a cabo su labor humanitaria en el estado de Andhra Pradesh y presta ayuda a más de 2,5 millones de personas en la región de Anantapur, gracias en gran parte a los 155.000 socios que tiene en España. Ferrer llegó como misionero jesuita en 1952 a la India, de donde fue expulsado en 1968 por las suspicacias que despertó su labor entre las autoridades indias. Pero cuando regresó un año después, la entonces primera ministra Indira Gandhi ordenó que le concedieran el visado, y continuó con su tarea filantrópica en el depauperado estado de Andhra. Abandonó la Compañía de Jesús y, junto a su esposa Anna continuó trabajando hasta el final de sus días por la mejora de las condiciones de vida de los más pobres. Su obra se propondrá para el Premio Nobel de la Paz.

La presidenta india, Pratibha Patil, ha recibido al ministro del Interior para facilitarle su nombre y otros datos. Da así el pistoletazo de salida a la mayor operación de recuento de la historia de la humanidad. Dentro de un año, alrededor de 1.200 millones de indios habrán respondido a las preguntas de un ejército de funcionarios del censo. En una primera fase, se limitarán a censar todos los domicilios (palacios, casas, pisos, chabolas o cuevas) en los más de 600.000 municipios de India. En una segunda fase, en febrero del 2011, procederán a registrar a todos los residentes, incluso a aquellos que duermen bajo los puentes. India tiene experiencia en censos, ya que los lleva realizando periódicamente desde 1872, bajo dominio británico. El actual, el número 15, será distinto por varias razones. Por primera vez, los agentes recabarán información relativa al acceso a agua potable, lavabos, internet o teléfono móvil. Asimismo, por primera vez, tomarán huellas dactilares y fotografías de los mayores de 15 años.Y es que el segundo objetivo de este censo es dar por primera vez a cada ciudadano un número de identificación. Una especie de DNI. Con la salvedad de que en España tiene ocho números y en India tendrá 16.