PRINCIPADO DE MÓNACO

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Rainiero III de MónacoMónaco —oficialmente, el Principado de Mónaco— es una ciudad-estado de Europa Occidental, constituida, según su constitución, en un Estado de derecho que profesa el respeto de los derechos y libertades fundamentales, y cuya forma de gobierno es la monarquía hereditaria y constitucional. Su territorio está organizado en diez barrios.

(Ver Genealogía de los Grimaldi como príncipes de Mónaco)

CARLOS I de Mónaco muere y es sucedido por su hijo RAINIERO II que combatirá a los genoveses.


CARLOS I de Mónaco muere en 1357 y es sucedido por su hijo RAINIERO II (1357-1407) que combatirá a los genoveses.

JUAN I príncipe de Mónaco (1419-1454). LUIS III de Anjou confirma su soberanía.


JUAN I príncipe de Mónaco (1419-1454). LUIS III de Anjou confirma su soberanía.

Mónaco se coloca bajo el rey de Francia, quedando reconocida su independencia como señorío.


Mónaco abandona la tutela que sigue teniendo de Génova y se coloca bajo el rey de Francia, quedando reconocida su independencia como señorío.

Durante varios siglos los ambiciosos señores genoveses sitian Mónaco sin que ello les amedrente un ápice en su lucha por mantener el peñón.


Durante varios siglos los ambiciosos señores genoveses sitian Mónaco sin que ello les amedrente un ápice en su lucha por mantener el peñón. A los historiadores monegascos les gusta recordar el trágico sitio naval de 1506. Entonces, Luciano I escribe una de las páginas más legendarias de la historia de esta dinastía defendiendo a su patria frente a una flota genovesa cinco o seis veces superior militarmente a la suya y resistiendo durante cuatro meses el asedio. Los genoveses abandonan el asedio.

Esta pieza también aparece en ... REPÚBLICA DE GÉNOVA

Tratados de Burgos y Tordesillas que otorgan la autonomía a Mónaco y reconocen a los Grimaldi.


Los Grimaldi, aunque convertidos por fuerza de las circunstancias en incansables guerreros, no olvidan sus dotes de hábiles negociantes y políticos. Por esa razón, AGUSTÍN I de Mónaco (1523-1532), decide, hábilmente, zafarse de sus enemigos más encarnizados a través de la protección de los poderosos reyes españoles que dominan Europa. Consecuencia de esta estratagema serán los tratados de Burgos y Tordesillas que otorgarán, en 1524, la autonomía a este pequeño estado con el consiguiente disgusto de italianos y franceses. Nace así un diminuto país que tiene un protector de excepción: el Emperador Carlos V que reconoce la soberanía de los Grimaldi sobre Mónaco.

HONORATO I (1561-1581), señor de Mónaco.


HONORATO I (1561-1581), señor de Mónaco.

HERCULE (1581-1604), señor de Mónaco


HERCULE (1581-1604), señor de Mónaco

HONORATO II (1612-1662) toma el título de Príncipe y Señor de Mónaco, que poco a poco todos los reinos vecinos irán aceptando.


Los Grimaldi no se conforman con vivir bajo el amparo de los españoles. La tutela de España sólo se prorrogará hasta 1640, un poco más de un siglo, el más grande cultural y militar de la historia española. Durante aquel período, concretamente en 1612, bajo los consejos de su tío el Príncipe de Valdetare, HONORATO II (1612-1662) toma el título de Príncipe y Señor de Mónaco, que poco a poco todos los reinos vecinos irán aceptando.

HONORATO II y LUIS XIII de Francia firman -a espalda de los españoles- el tratado de Peroné. Derecho soberano de Mónaco.


En setiembre de 1641, luego de una década de negociaciones, HONORATO II y LUIS XIII de Francia firman -a espalda de los españoles- el tratado de Peroné, por el cual reconocen el derecho soberano de Mónaco y acuerdan para el Príncipe y sus descendientes una igualdad de rango con la más alta nobleza francesa. El reino de Francia asegura entonces su protección al príncipe de Mónaco quien incluso vive durante un tiempo en la corte de París. Son los últimos años del placentero reinado de los Luises. Días felices y despreocupados.