Nombramiento de dos pretores para Hispania. (Pretor: magistrado superior encargado de la administración de justicia). El territorio estará sometido a tributos regulares y protegido por los ejércitos de los dos generales gobernadores. Los primeros que desempeñan el cargo de pretores con poderes proconsulares son: Sempronio Tuditano en la Citerior y Minucio Thermo en la Ulterior. Sin embargo, los pueblos indígenas de las dos provincias se sublevarán contra Roma.

El Senado romano no ha contemplado en un principio la anexión de Hispania. Pero tras el feliz desenlace de la Segunda guerra púnica, los romanos abordan el sometimiento de la Península. Durante medio siglo (197-154 aC), los romanos acometerán la conquista de la Meseta partiendo de los valles del Ebro y del Guadalquivir, lo que terminará por desencadenar las terribles guerras lusitanas y celtíberas. Mientras tanto, en los territorios ya sometidos, principalmente del nordeste de la península, también en las Alpujarras, no faltan revueltas indígenas debido al injusto reparto de tierras entre nativos y romanos, a los elevados impuestos y a la rapacidad y abusos de los pretores y demás funcionarios romanos.

En la Península Ibérica se produce una grave sublevación de sus tribus. Por ello el Senado romano decide nombrar cónsul a MARCO PORCIO CATÓN el Viejo y enviarle con un contingente de 30.000 soldados con el fin de restablecer definitivamente el orden. En la fecha, desembarca en Empúries con 70.000 hombres, dominando con cierta facilidad a los sublevados del nordeste de la península: indigetas y bergistanos. (Cónsul: magistratura suprema del Estado romano, colegiada y anual).

MARCO PORCIO CATÓN el Viejo, de julio a septiembre de 195 aC, apacigua a los ilergetas al entregarse voluntariamente su caudillo BILISTAGES, sucesor de INDIBIL -ejecutado en el 205 aC-. CATÓN establecerá la base operacional de los ejércitos que mandará Roma, en Tarraco.

Después, CATÓN el Viejo marcha a la Ulterior a combatir a los Turdetanos que tienen contratados a los Celtíberos como mercenarios, Caton ataca el campamento Turdetano y envía tribunos militares a los Celtíberos con la propuesta de que vuelvan a sus tierras sin temor a represalias o serán destruidos por las tropas romanas. Los celtíberos se retiran sin combatir. CATÓN combate a los Turdetanos en Iliturgi (Mazquiz) que controla los centros mineros de Sierra Morena. Después vuelve a la Citerior no por la ruta de la costa sino por el interior, atravesando el tajo y Toletum y dirigiéndose a la región de los celtíberos, no con fines anexionistas sino para intimidar, tratando de cortar nuevas ayudas a los Turdetanos, pasando por Seguntia (Siguenza) y Numantia.

Los hispanos casi siempre son derrotados en campo abierto, pero se rehacen rápidamente y vuelven a enfrentarse a los romanos que tienen que luchar en varios frentes: en el Nordeste, de los Pirineos al Ebro, en la Meseta y en la Bética. Sin embargo, entre 194 y 179 aC, se duplicará el territorio conquistado hasta entonces a costa de los pueblos celtas y celtíberos de la meseta, estas anexiones son mas una defensa de las ricas regiones costeras que un deseo de conquista de nuevas tierras ya que estas nuevas tierras son muy pobres, las exigencias romanas agudizan la crisis económica y social del territorio. Hay un excedente de población, su vida nómada y pastoril es sustituida por la sedentaria agrícola, las escasas tierras de cultivo son heredadas por los primogénitos mientras que los demás deben dedicarse al mercenariado y al bandolerismo, esta es la causa de que sus habitantes celtas, celtíberos y lusitanos se dediquen a saquear las regiones ricas de la Bética.

Las razzias sobre la Bética que siguen llevando a cabo los pueblos cercanos carecen de continuidad, por lo que Roma, aunque preocupada por ellas, no puede considerarlas como una guerra y las combate más en acción de policía que como campaña militar. Pero los lusitanos descienden al valle del Betis y regresan a sus tierras cargados de rico botín.

MARCO PORCIO CATÓN el Viejo, tras derrotar y someter a los jacetanos, entra triunfalmente en la localidad pirenáica de Jaca a comienzos de este año. Una vez conseguida la tranquilidad por el miedo, utiliza también métodos diplomáticos y acepta en su ejército a muchos auxiliares indígenas. De esta manera consigue afirmar la superioridad de su organización social y abre a las tierras dominadas una buena puerta de penetración económica y cultural. De todas maneras las sublevaciones de los indígenas no cesarán de momneto.

Marco PORCIO CATÓN vuelve a Roma como gran triunfador con un gran botín. Con CATÓN fuera de Hispania, vuelven las sublevaciones. El confuso período (194-179 aC) que va desde el embarque de CATÓN y la llegada de su sucesor Tiberio SEMPRONIO GRACO está salpicado de circunstanciales triunfos romanos. Las conquistas tendrán efectos deplorables sobre la moralidad de los romanos. Con la enormidad del botín, se extenderán hábitos de lujo y depravación en la nobleza. El contacto de las ideas helenas conduce al escepticismo y a la impiedad. El misticismo oriental aportará ritos secretos que degenerarán en orgías y crímenes. El escándalo de las bacanales, en que se verán implicados senadores, revelará la amplitud de la crisis. De todos modos, la influencia del helenismo no fue nefasta en todo. A su contacto, se creó una literatura latina. Desde el siglo III aC, con la conquista del sur de Italia, aparecerá una primera floración cuyos más ilustres representantes serán Plauto y Enio.

El primer contacto entre los distintos pueblos de la Meseta hispana y Roma se produce cuando un ejército al mando del pretor Fulvio Nobilior derrota a una coalición de vacceos, vettones y celtíberos, y toma, en la fecha, la ciudad de Toledo.