FEDERICO III (1688-1713) que mantendrá el electorado al lado de Austria y contra LUIS XIV sucede a su padre Federico Guillermo i de Brandeburgo. FEDERICO III, elector de Brandeburgo y duque de Prusia, del linaje de los hohenzollern, ambiciona protagonizar el engrandecimiento de su país y convertirse en rey, pero para ello necesita el permiso del emperador LEOPOLDO I. Cuando se aproxima la guerra de Sucesión española, FEDERICO III comprende que Brandeburgo, con su ejército relativamente numeroso y bien instruido, constituiría una aportación bienvenida a las fuerzas austríacas enfrentadas a LUIS XIV, y está preparado para pedir un elevado precio por dicha aportación.

FEDERICO III (Margrave de Brandeburgo) a cambio de una alianza con Austria pide una corona real. Además, no desea que ésta sea la de Brandeburgo, donde (al menos en teoría) estaría sujeto al emperador; quiere la corona de Prusia, cuyo territorio se extiende fuera de los confines del Sacro Imperio. A cambio de la promesa de aportar 8.000 soldados y de contar con un voto prusiano al lado de Austria en todos los asuntos importantes concernientes al Imperio, el emperador LEOPOLDO I accede a las peticiones de FEDERICO III. Así, en la fecha, FEDERICO III de Brandeburgo se autocorona, en la ciudad de Königsberg (Kaliningrado, en la costa del Báltico)-, como FEDERICO I, primer rey en Prusia (1701-1713). La preposición “en” implica que es rey sólo cuando está en Prusia, mientras que en Brandeburgo sigue siendo elector. Pero esta distinción no tardará en perderse. El Electorado de Brandeburgo (gran beneficiado de la Paz de Westfalia) pasará a compartir los destinos del nuevo reino de Prusia -ambas bajo la dinastía de los Hohenzollern- y FEDERICO I, será rey “de” Prusia, y Berlín su capital. Así, pues, el reino de Prusia queda establecido el 18/1/1701.

En Viena, en la corte de los Habsburgo, donde no se toman en serio al primer rey de Prusía, aquella iniciativa es tan sólo motivo de diversión. Tratándose de FEDERICO III, la reacción habsburguesa es, incluso, comprensible, pues el nuevo rey es un esteta de escaso peso político; en la corte imperial no necesitan verlo con ninguna seriedad especial.

FEDERICO se casa, en terceras nupcias, con Sofía de Mecklemburgo con la que no tendrá descendencia. Anteriormente se había casado, en primer lugar con Isabel de Hesse-Kassel, con la que tuvo una hija, Luisa Dorotea nacida en 1680. Después, contrajo un segundo matrimonio, el 8 de ocubre de 1684, con Sofía Carlota de Hanover, con la que tuvo a FEDERICO GUILLERMO I, nacido en 1688 y será su sucesor.

Nace FEDERICO, hijo del rey de Prusia Federico Guillermo I y Sofía Dorotea de Hannover. Futuro FEDERICO II el Grande. Para ser hijo de un rey, FEDERICO tiene una infancia y una juventud anormalmente duras. El Rey Sargento quiere educarlo a su imagen y semejanza: «¡Fritz ha de ser como yo!». Y su padre viste al pequeño Fritz de uniforme ya desde los cinco años y se lo lleva a montar a caballo, cazar y participar en desfiles y maniobras. Sin embargo, los asuntos militares repugnan al príncipe heredero tanto como las «virtudes prusianas». En cambio, al dotado y sensible FEDERICO le gustan la vida cortesana y las artes, lee con preferencia literatura francesa, se dedica a la filosofía, escribe poemas y toca la flauta a escondidas. Para su padre, todo esto son estupideces de las que intenta liberar a su hijo a golpes y bastonazos. Cuando FEDERICO tiene 18 años quiere escapar de la fusta de su padre y abandonar el país junto con un amigo; los descubren en la frontera. El rey hace que ambos comparezcan ante un tribunal de guerra y son condenados a muerte. El príncipe heredero es indultado poco antes de la ejecución, pero ha de ver cómo decapitan a su amigo. Luego, lo encierran por un tiempo en un calabozo.

Fallece en Berlín, FEDERICO I de Prusia.

A Federico I de Prusia le sucede su hijo FEDERICO GUILLERMO I (1713-1740) llamado el “Rey Sargento” (siempre viste uniforme militar). Salvaje y violento, lúcido político, más parecido a su abuelo, el Gran Elector, que a su padre. Reforzará el absolutismo y el centralismo. Creará una organización administrativa muy rígida. Restablecerá la Hacienda Pública. Cobrará a la nobleza el impuesto territorial. Será ahorrativo hasta la avaricia. Apenas llega al poder, suprime la lujosa vida palaciega que había impuesto su padre fascinado por la Corte de Versalles. Tiene buen cuidado de no entrar en guerra (sólo tomará parte en la Guerra del Norte contra Suecia), pero constituye un formidable ejército en el que la instrucción incluye los mínimos detalles, instruyendo a los soldados con la máxima dureza, para convertirlos en máquinas de luchar. Logra poner en pie, de manera gradual, un ejército independiente de cualquier subsidio extranjero; con un contingente de 83.000 hombres sobre una población de 2.500.000 habitantes, este ejército es el cuarto de Europa, mientras que por su población, Prusia ocupa sólo el duodécimo lugar.

En la fecha, los Tratados de Utrecht ponen fin a la Guerra de Sucesión española. Son firmados por Francia y España, por una parte, y por Inglaterra, Holanda, Portugal, Saboya y Prusia, por la otra, previa renuncia de FELIPE V a la corona de Francia y la de los príncipes franceses a la de España. FELIPE V es reconocido rey de España y de las colonias americanas (1713 – 1724) (1724 – 1746). Completado con otros tratados posteriores. También por el Tratado de Utrecht, España, cede Sicilia al duque de Saboya, Víctor Amadeo II,  a título de rey (1713 – 1720). Para compensar la definitiva renuncia de CARLOS VI de Austria al trono español, la nueva dinastía hispánica (FELIPE V de Borbón) le cede, las posesiones italianas de Milán, Nápoles y Cerdenya y, por otra parte, todo lo que resta de las posesiones españolas en los Países Bajos (Luxemburgo y Flandes). Este último territorio se convertirán en unos ambiguos “Países Bajos austriacos”, generalmente apagados y silenciosos, pero con bruscos estallidos de pasión nacionalista, donde CARLOS VI tendrá que aceptar tropas de las Provincias Unidas en 8 plazas fuertes como protección ante Francia.

CARLOS VI de Austria, AUGUSTO II el Fuerte de Polonia y JORGE I de Inglaterra firman, en Viena, una alianza militar, contra Prusia y Rusia.

Por el Tratado de Estocolmo, firmado en la fecha, termina la segunda “gran” guerra del Norte que ha enfrentado a CARLOS XII con la Triple Alianza. Suecia que es expulsada prácticamente del N. de Alemania al tener que ceder a Prusia la Pomerania anterior hasta el río Peena (Alemania), entra en decadencia. Será reemplazada en la región por Rusia.