MARCO POLO liberado en 1299, se convierte en un rico mercader y miembro del Gran Consejo de la República de Venecia. Muere en 1324 y es enterrado en la iglesia de San Lorenzo de su ciudad. Los célebres viajes de este pionero veneciano inspiraron, entre otros, a Cristóbal Colón.

Desde la conquista catalana de Cerdenya, los genoveses no dejan de incitar a los sardos contra la administración de la Casa de Barcelona. PEDRO el Ceremonioso decidido a terminar con este problema se alía con Venecia, Pisa, el emperador de Bizancio y los catalanes de Atenas y Neopàtria.

En Montenegro, inicia su reinado la dinastía de los BALSAS (1360-1479), quienes alcanzando la independencia de los serbios, mantienen un cierto espíritu nacional. Sometido a la influende Venecia, se convierte en baluarte de la resistencia contra los turcos.

A finales del siglo XIV, Hungría vende a Venecia gran parte de la Dalmacia todavía en poder magiar.

Muchos autores aseguran que es durante una batalla entre venecianos y genoveses, en 1380, que se utiliza la pólvora por primera vez en la historia, valiéndose de ella los primeros contra los segundos.

En la pugna continuada entre Venecia y Génova, Venecia vence definitivamente a Génova que deja de constituir una amenaza. Pero un enemigo mucho más fuerte ha entrado en escena: los turcos otomanos están adquiriendo gran poder.

De todas las ciudades dálmatas, Ragusa (Dubrovnik) tiene una historia propia al independizarse de Venecia en 1382 y formar un estado soberano. (Sobrevivió hasta 1808.)

Los turcos otomanos han entrado en escena y están adquiriendo un gran poder. Venecia firma un tratado con ellos en 1388. (Si los venecianos pueden asegurarse un beneficio mercantil, no se preocupan de minucias tales como la religión.) Los turcos aumentan su fortaleza y Venecia no, de modo que está claro que el tratado durará lo que quieran los primeros.

SEGISMUNDO, rey de Hungría, organiza una cruzada contra los turcos, pero es derrotado en 1396 en la batalla de Nicópolis. Siguen otros desastres, como las derrotas ante los venecianos y las costosas contiendas contra los reformadores religiosos denominados husitas.

El duque de Venecia impone por primera vez un período de espera a fin de evitar la propagación de la peste negra. Todo aquel que desee entrar en la ciudad deberá observar este requisito. Con el tiempo, este lapso de espera se fijará en cuarenta días y se convertirá en una institución llamada «cuarentena», una de las primeras medidas higiénicas contra la extensión de la enfermedad. Las formas de aislamiento más antiguas efectivas conocidas son las mencionadas en el Pentateuco (Biblia) hace más de 3400 años, de la que se siguieron los consejos, especialmente en el caso de la lepra. A partir de los siglos XIII y XIV toma auge. El hecho de que esta prevención se observe durante cuarenta días no se basa en una razón científica, sino en el número de días que de acuerdo con la Biblia, Cristo pasó en el desierto. Para fines médicos existen las cuarentenas de ochenta y cuarenta días, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y el país donde ocurra el evento.