La llegada de los partos al Mediterráneo en 40 aC señala la culminación del poder de su Imperio. Sin embargo, no van a permanecer por mucho tiempo en aquellas regiones. Uno de los generales de Marco Antonio, Publio Ventidio, los expulsa de las provincias romanas en 38 aC.

En Roma, renovación del triunvirato por cinco años: OCTAVIO, Marco ANTONIO y LÉPIDO.

Del 38 al 27 aC, los romanos consiguen conquistar una parte de la zona norte de Hispania donde se encuentran las tribus de los autrigones, caristios, vardulos, berones y vascones…

Con el título de rex socius et amicus populi romani (“rey aliado y amigo del pueblo romano”), que le otorga el Senado, HERODES regresa a Judea al frente de un ejército romano compuesto por 30.000 infantes y 6.000 hombres de caballería. Recupera Jerusalén, ejecuta a su sobrino Antígono y se convierte en un aliado fiel de Roma, a quien apoya en todos sus conflictos. Seguro de su poder y buscando neutralizar las influencias del judaísmo rigorista, HERODES separa Estado y religión, al tiempo que se dedica a exterminar a todos sus rivales. Llega incluso a ordenar la muerte de Mariamme, su segunda mujer, y de sus dos hijos, Alexandros y Aristobulos, pues a ella la acusa de querer envenenarlo y a ellos de conspiración. Pero esta inflexible brutalidad está acompañada de otras aspiraciones más elevadas. Así, HERODES quiere perpetuar su memoria con actos de munificencia (ayuda a crear organismos de beneficencia que atienden a las viudas, los pobres y los huérfanos, y entierran a los que mueren sin recursos), construcciones y legados colosales que le ganan el favor del pueblo judío.

Jerusalén cuenta con 250.000 habitantes, aunque la capital de Judea es algo más que una gran urbe: es el centro espiritual de la diáspora judía (recordemos que la primera dispersión se había producido en el año 586 aC., cuando los babilonios conquistan Judea), pues hay prósperas comunidades hebreas en las ciudades más importantes del Imperio Romano. Se calcula que en tiempos de HERODES vivían unos ocho millones de judíos en el mundo, y de ellos cerca de dos millones y medio habitaban en Palestina. Todos conservaban una tradición muy original, respetada por los romanos: “el dinero sagrado”. En base a la misma, todo varón judío mayor de 20 años pagaba cada año a Jerusalén un impuesto de medio siclo, que se guardaba en el Templo, lo que, unido a las donaciones en dinero y vajilla aportados por los judíos de Palestina y la diáspora, convirtieron a aquel lugar en lo que Josefo denominó como “la tesorería general de toda la riqueza judía.

La separación de los amantes CLEOPATRA y MARCO ANTONIO, dura ya tres años y medio, pero MARCO ANTONIO, cuando tiene una oportunidad, no puede escapar a la tentación. En el año 37aC MARCO ANTONIO se encuentra en Antioquía preparando una nueva incursión en territorio enemigo. Octavia, embarazada, ha regresado a Roma. El triunviro precisa de la ayuda del ejército egipcio para sus planes y decide que lo mejor es mantener una charla cara a cara con CLEOPATRA. Así, la reina de Egipto se desplaza a Antioquía y resurge la pasión entre ellos dos.

Tras una pequeña victoria en Armenia contra los partos, Marco ANTONIO organiza un exuberante desfile triunfal en Alejandría. Esto es de por sí chocante, pues este tipo de ceremonias deben celebrarse en Roma, pero el triunviro va mucho más allá: durante la ceremonia proclama a los hijos de CLEOPATRA, incluido al último concebido con él, Tolomeo Filadelfo, reyes de diversos territorios romanos de Oriente. Para CLEOPATRA reserva el título de Reina de reyes. Pese a que quizá es sólo una extravagancia, dado que los hijos de CLEOPATRA son unos chiquillos, ésta es la excusa que esperaba OCTAVIO para tensar las relaciones y señalar a Marco ANTONIO como traidor a Roma.

Marco ANTONIO invade Partia, en la fecha. Pero es derrotado y tiene dificultades para ponerse a salvo. Los romanos culpan a CLEOPATRA y sus embrujos que impiden la concentración del jefe del ejército. MARCO ANTONIO regresa con su amante a Alejandría, y al parecer tiene ya claro que Oriente será para siempre su hogar. En el otro extremo de los dominios romanos, mientras tanto, OCTAVIO está ya al acecho. Precisa de la mínima afrenta para iniciar una confrontación que lo lleve a gobernar él solo la nación más poderosa del Mediterráneo.

En el Imperio romano, LÉPIDO -que forma parte del triunvirato gobernante- intenta, en la fecha, hacerse con el poder en solitario, pero fracasa y, aunque conserva la vida, esta acción será el fin de su carrera política. Quedan los dos rivales frente a frente: Marco ANTONIO en Oriente y OCTAVIO en Occidente.

OCTAVIO en busca del poder absoluto. Se deshace de sus rivales en Occidente. Derrota, en la fecha, la flota de SEXTO Pompeyo en Naulocus, cerca de Mesina (Península itálica). SEXTO huye a Asia Menor, donde será capturado y ejecutado.