Los etruscos han entrado en un período de decadencia debido a que las tribus celtas procedentes del norte de los Alpes penetran en Italia y ejercen presión sobre las fronteras septentrionales. Con ello los etruscos pierden capacidad para mantener la vigilancia en el Sur, donde estallan rebeliones. Algo desencadena una revuelta en Roma y TARQUINO el Soberbio –que es de origen etrusco- es expulsado de Roma. Roma se convierte en una República (oligarquía) bajo el gobierno de dos cónsules (suprema autoridad) elegidos anualmente. Cada uno de ellos vigila al otro a fin de que no adquiera demasiado poder, como en el caso de los reyes espartanos. Y también, lo mismo que en Esparta, la función principal de los dos cónsules consiste en encabezar el ejército en tiempo de guerra. El gobierno real se halla en manos del Senado, compuesto por las familias notables y terratenientes (“patricios” de la palabra latina que significa “padres”) (Para ocupar un cargo en el Senado es preciso disponer de un millón de sextercios). Como la mayoría de los ciudadanos son pobres, se sienten mal representados por el gobierno.

HIERÓN I, tirano de Siracusa, derrota a los etruscos en Cumas (474 aC). Cabe agregar que los latinos aprovechan esta ocasión para independizarse de los etruscos. HIERÓN I, aprovechando la situación, somete la mayor parte de Sicilia a su autoridad e interviene en la Magna Grecia.

En Italia, los celtas se dedican a guerrear de manera constante, saqueando Roma, en la fecha, después de derrotar a un ejército romano en el río Alia. Debilitan a los etruscos irremisiblemente y se establecen en asentamientos densamente poblados en el valle del Po.

Tras el ocaso de los griegos focenses (de Focia comarca de la antigua Grecia) y de los etruscos, las únicas superpotencias son Cartago y Roma. En 348 aC. acuerdan repartirse el Mediterráneo. La península Ibérica queda escindida en dos zonas de influencia: Roma se queda con el norte y Cartago con la región minera del sur desde Cartagena. También Cartago consolida su presencia en la isla de Córcega.

Tras firmar la paz con los etruscos, Roma funda la colonia Venusia en Apulia para frenar a los samnitas, quienes finalmente se rinden en 290 aC. Desde ese momento, los samnitas se ven obligados a ceder a Roma tropas auxiliares en caso de contienda, siendo así paulatinamente asimilados por la cultura romana. En todos los enfrentamientos bélicos, Roma demostraba una sorprendente determinación, que dejaba perplejos a sus adversarios y los sumía en el desánimo. Si los romanos resultaban siempre victoriosos es porque ningún otro pueblo deseó la victoria tanto como ellos. Sin importar las batallas perdidas, los costes materiales o en vidas humanas, Roma volvía siempre a la pelea con la experiencia de los errores cometidos. Y jamás daba por terminada una guerra hasta asegurarse de que a sus enemigos no les quedaban ni los ojos para llorar su derrota.

Florencia es fundada como una colonia de la ciudad etrusca de Fiesole allá por el año 200 aC. (Posteriormente se convertirá en la Florentia romana, una ciudad acantonada que controla la Via Flaminia.)