ÁFRICA

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Jenne-jeno, la ciudad subsahariana, se ha convertido en un núcleo comercial regional.


En el 600 dC en muchas zonas del África occidental hay densas poblaciones agrícolas y una ciudad, Jenne-jeno, la ciudad subsahariana más antigua de la que se tiene noticia, se ha convertido en un núcleo comercial regional. Es una ciudad amurallada (desde el 400 dC) con 10.000 habitantes. Los numerosos y grandes túmulos funerarios de la zona indican que ha surgido una poderosa élite y que se dan las primeras fases de la formación de estados.

Se establece contacto entre los países mediterráneos y Asia, así como entre las dos orillas del Sahara.


El África negra nunca ha estado aislada. Las caravanas han permitido los intercambios a través del Sahara. Asimismo, muy pronto se establece contacto entre los países mediterráneos y Asia. En la Antigüedad, las civilizaciones de Egipto, Cartago y Roma mantuvieron contacto con las del océano Índico y del golfo Pérsico. En todo caso, fue a partir del siglo IX cuando se establecen relaciones regulares entre las civilizaciones mediterráneas y el África subsahariana. Desde el siglo V, y a lo largo de un milenio, las flotas indonesias, árabes, indias y chinas ponen el África oriental y austral al alcance de Asia, a través del océano Índico y también de la navegación fluvial. Entre las dos «orillas» del Sahara, se produce, por otra parte, un considerable intercambio comercial: cereales, pescado, marfil, plumas, esclavos y, sobre todo, oro procedente de los «países negros» a cambio de armas, tejidos, caballos, abalorios, cobre y sal de las regiones del Sahara y del Magreb. Tanto en el norte como en el este del continente africano, el comercio está bajo el control de grupos especializados que perpetúan esta tradición en toda el área del África occidental.

África integra elementos de las culturas exteriores junto con los intercambios comerciales.


África integra elementos de las culturas exteriores junto con los intercambios comerciales. La arquitectura, la artesanía de lujo (tejido y armas decoradas), las modas en el vestir, la escritura, la lengua y la religión musulmana de los árabes dejarán huellas indelebles en las sociedades negroafricanas. Algunas técnicas -pesca con arpón- se tomaron de los pueblos del océano Índico. El pueblo swahili es un buen ejemplo de esa simbiosis. Los swahili, mestizos de bantúes, árabes, indonesios y malayos, hablan una lengua que, sobre la base de un vocabulario bantú, se ha enriquecido con palabras árabes e iranias y se escribe con caracteres árabes.

Los bantúes se han extendido por el bosque ecuatorial y más allá, por el Este y por el Sur.


Los bantúes agrupan a varias etnias de agricultores y de herreros que hablan lenguas pertenecientes a la misma familia lingüística. Según parece, son originarios de la región comprendida entre la costa atlántica, Shaba (sureste de Zaire) y el Nordeste de Zambia. Antes del año 1000 se han extendido desde allí por el bosque ecuatorial y más allá, por el Este y el Sur, expulsando hacia el sur a los bosquimanos, una etnia de cazadores-recolectores que viven en pequeños grupos.

Los africanos conocen el tejido desde el siglo XI por lo menos.


Los africanos conocen el tejido desde el siglo XI por lo menos. En este tiempo, los tejidos son de algodón y de rafia. La seda y la lana escasean. Algunos pueblos, como los zulúes, aprecian las pieles animales. Los cazadores llevan por los general una túnica de algodón adornada con cuernos y cauris, signos de su poder mágico. Los vestidos, estampados con símbolos gráficos, informan sobre el rango y la función social de quien los lleva.

ENRIQUE VI entra en Italia con un gran ejército. Invade las ciudades italianas del norte y también conquista Sicilia.


El Papa CLEMENTE III, viendo peligrar su independencia si ENRIQUE VI logra su propósito, apoya la elección como rey de TANCREDO de Lecce, lo que provoca la entrada de ENRIQUE VI en Italia al frente de un gran ejército para forzar una entrevista con el Papa y conseguir el reconocimiento de su derecho sobre Sicilia. ENRIQUE VI, invade las ciudades italianas del norte para someterlas. También conquista Sicilia.

Fabulosa epopeya de Soundjata Keita, fundador del imperio mandinga.


Fabulosa epopeya de Soundjata Keita, fundador del imperio mandinga. Era, según dicen, el único hijo varón de Sogolon, tercera esposa de un príncipe de Mandé, de la que todos se reían a causa de su monstruosa fealdad. Su hijo Soundjata, todavía más feo que ella, nació enfermo. Pero, tras varios años de sufrimiento, se convirtió, gracias a un hechicero, en el muchacho más hermoso y robusto que tuvo el pueblo mandinga en toda la historia. Entonces, Soundjata emprendió la conquista y la unificación de todos los pequeños reinos de los contornos, creando así el imperio de Malí. Tal es el mítico origen de dicho imperio para la mayoría de los africanos. Durante mucho tiempo, los historiadores modernos menospreciaron estas antiguas tradiciones orales. Sin embargo, de acuerdo con las investigaciones arqueológicas y los escritos de los geógrafos árabes de la Edad Media, en la actualidad se cree que un clan de la etnia mandinga pudo haber extendido su dominio sobre la parte superior del río Níger entre 1230-1255.

El África mediterránea occidental se encuentra bajo el dominio de la dinastía de los benimerines .


El África mediterránea occidental se encuentra, desde 1238, bajo el dominio de la dinastía de los benimerines (familia bereber que ha creado un poderoso imperio en el N. de África). Su capital estará en Fez (1244).

Al tomar Fez, Abu Yahya, jefe de los benimerines, establece la dinastía marinida.


Los benimerines eran una tribu nómada bereber del desierto que se ve empujada hacia el oeste con la llegada de los invasores Hilali. Se asientan en el noreste del Magreb en la época en que Fernando III se prepara para ocupar Córdoba y dar por finalizada la reconquista y en que la inquisición comienza a perseguir a musulmanes y judíos. Los benimerines comienzan la yihad (guerra santa), con ayuda de mercenarios cristianos, contra los almohades. Al tomar Fez en agosto de 1248, su jefe Abu Yahya establece la dinastía marinida.

Abú Yúsuf Ya’qúb conquista, en la fecha, Marráquex y se proclama emir. Marráquex será la nueva capital del imperio de los benimerines.


Los benimerines son musulmanes ortodoxos por lo que no hacen ninguna reforma religiosa como los almorávides o los almohades. Abú Yúsuf Ya’qúb (1258-1286) conquista, en la fecha, Marráquex y se proclama emir. Marráquex será la nueva capital del imperio de los benimerines. El nombre de esta ciudad es la que, al paso de los siglos, dará el nombre de Marruecos a todo el territorio del África Mediterránea occidental

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