BENITO DE NURSIA (Italia).

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S.BENITO, el fundador de los benedictinos, nace hacia el año 480 en Nursia (Italia).


En el libro II de sus Diálogos, el papa San Gregorio Magno (540-604) relatará cómo un joven que estudiaba en Roma a finales del siglo V dC., oyó la voz del Señor. Entonces, dejándolo todo, siguió a Cristo, e imitando a los antiguos monjes fué a vivir con Dios en la soledad de una cueva de Subiaco. Este joven, llamado BENITO, nace hacia el año 480 en Nursia (Italia). Al cabo de tres años de vida solitaria, el joven BENITO decidirá compartir el don recibido con otros jóvenes que se acercaban a él, y fundará entonces en Subiaco varios monasterios. Basándose en el Evangelio, en la sabiduría de los antiguos monjes y en su propia experiencia, organizará y dirigirá la vida monástica de estos monasterios. Por otra parte, BENITO y su hermana Escolástica establecieron una comunidad femenina que persistirá a lo largo de los siglos. Ataviada con el hábito negro -como los benedictinos varones- se dedicarán a tareas educativas y caritativas.

Los monjes de los monasterios benedictinos copian una y mil veces los antiguos rollos de pergamino.


En los monasterios fundados por los hijos espirituales de BENITO, los grandes tesoros de la literatura, la filosofía y la teología de unos tiempos idos serán copiados y protegidos mientras los pueblos bárbaros arrasan y destruyen los viejos centros de la civilización y la cultura; unos pueblos analfabetos que, además se envanecen de serlo. Ni siquiera el rey Teodorico el Grande, amo y señor de Italia, sabe leer y escribir (y tampoco Justino I, el emperador romano de Oriente). Que hayan llegado hasta nosotros no sólo los escritos de la primitiva cristiandad -incluida la Biblia-, sino también los de los clásicos antiguos -los poemas de HOMERO, CÁTULO y HORACIO, los dramas de ESQUILO, SÓFOCLES y EURÍPIDES, los relatos históricos de TUCÍDIDES y TITO LIVIO, los tratados filosóficos de PLATÓN y ARISTÓTELES (es decir la incomparable herencia del pensamiento greco-romano)- se lo debemos a estos monjes de los monasterios benedictinos que copian y recopian una y mil veces los antiguos rollos de pergamino y los conservan celosamente para preservarlos de los peligros de un mundo asolado por las guerras y las invasiones. Parte de estos monjes son presbíteros, pero la mayoría son simples legos (profesos sin opción a las sagradas órdenes), aunque los votos de pobreza, castidad y obediencia a sus superiores rigen para todos ellos.

BENITO de Nursia, hacia el año 529, se traslada a Montecasino donde funda un nuevo monasterio.


BENITO de Nursia, hacia el año 529, se traslada a Montecasino donde funda un nuevo monasterio, en el cuál residirá hasta su muerte. Allí ejerce gran influencia en sus discípulos y sobre toda la región vecina. Es allí también donde escribe una Regla para monjes, que con el tiempo llegará a ser la Santa Regla (la regla benedictina), norma de vida para el monacato cristiano occidental. Esta norma propugna la vida en común de una serie de personas en una residencia, el monasterio, generalmente alejado de los centros urbanos, con un templo anexo y a veces granjas y tierras de cultivo alrededor. Allí, estas personas se dedicarán a la oración en comunidad y a desarrollar actividades agrícolas e intelectuales. De esta forma cumplirán el lema “ora et labora” (ora y trabaja). Los que seguirán esta regla serán los monjes más numerosos e importantes de Europa occidental durante casi toda la Edad Media, tanto por su calidad moral y su influencia cultural como por el poder económico que alcanzarán sus monasterios.

Fallece BENITO. Muy anciano, muere como Moisés, de pie, sostenido por dos monjes y alabando a Dios.


Fallece BENITO que muy anciano, muere como Moisés, de pie, sostenido por dos monjes y alabando a Dios hasta exhalar el último suspiro. Aunque BENITO no ha visto muy extendida su obra, ésta se propagará maravillosamente en sus dos ramas, masculina y femenina, después de su muerte. Una de las razones que más influirán en este hecho será la excelente Regla que dejará BENITO a sus hijos. Es la célebre “Regula monachorum” que consta de 73 capítulos. La regla de S.Benito hace de la liturqia, el trabajo manual y el intelectual su principal vocación. (El siglo IX será el del apogeo de los grandes monasterios benedictinos europeos, tanto por su número como por su importancia social y cultura. Los monasterios benedictinos contribuirán al nacimiento de Europa tras el hundimiento del Imperio en Occidente.

Toman como base la “Regula Monachorum” de S.BENITO, los benedictinos y otras congregaciones


Además de la orden benedictina en sus diversas ramas, toman como base la “Regula Monachorum” de BENITO casi todos los monasterios de Occidente hasta el siglo XII: los Camaldulenses, la Congregación de Valleumbrosa, la Congregación Silvestrina, la de Sta María del Monte Olivete, los Mekitaristas de Venecia y de Viena y sobre todo las grandes familias de los Cistercienses y de los Trapenses o Cistercienses reformados. A todos los cuales deben añadirse la Congregaciones u órdenes correspondientes femeninas. Algunas de estas órdenes, desgajadas del tronco benedictino, aparecen con el objeto de no caer en la relajación espiritual.