ANGLICANISMO / ANGLICANOS

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CARLOS II es coronado como Rey de los Escoceses en Scone (Perthshire).


A su llegada a Escocia, el 23 de junio de 1650, CARLOS II suscribe formalmente el pacto. Su abandono del Anglicanismo, aunque le reporta apoyos en Escocia, le hace impopular en Inglaterra. Es coronado como Rey de los Escoceses en Scone (Perthshire), el 1 de enero de 1651, tras lo cual organiza una ofensiva contra Inglaterra, entonces bajo el gobierno del “Lord Protector”, Oliver CROMWELL.

Muere el prelado anglicano JAMES USHER. Enseñaba que la Tierra y el universo fueron creados en 4004 aC.


Fallece un obispo anglicano irlandés, James Ussher, ha utilizado datos de la Biblia en 1650 para sostener que la Tierra y el universo han sido creados por Dios el año 4004 aC. Esta conclusión será tomada en serio durante siglos en los países protestantes, e incluso hoy la aceptan algunas personas incultas.

Respecto a la espinosa cuestión religiosa, se vuelve de nuevo al reconocimiento oficial de la iglesia anglicana.


Respecto a la espinosa cuestión religiosa, se vuelve de nuevo al reconocimiento oficial de la iglesia anglicana (proclamación del “Bill de uniformidad” en 1662), decisión que perjudicó especialmente a los pastores puritanos y a los seguidores presbiterianos, que vieron cómo se les imponía otra vez el episcopalismo, incidiendo con menor agresividad en los católicos esta toma de posición real por la relativa tolerancia de que se beneficiarían en el transcurso del reinado, hecho vinculado a las simpatías del monarca por el credo católico, que se concretaría de forma pública, como va lo habían hecho los anteriores Estuardo, con su casamiento con una princesa católica, en este caso Catalina de Portugal.

Decreto por el que se exige a todos los funcionarios públicos ser miembros de la Iglesia Anglicana.


El Parlamento inglés aprueba en 1673, el Test Act, decreto por el que se exige a todos los funcionarios públicos, civiles y militares, ser miembros de la iglesia Anglicana y repudiar la doctrina de la transubstanciación. Cuentan que por entonces JACOBO consulta con Roma si puede, aunque fuera fiel católico, aparentar ser protestante, pero ante la respuesta negativa se ve forzado a dimitir de su cargo de almirante.

Aconsejado por LUIS XIV de Francia, JACOBO se casa, de nuevo, con la católica Beatriz de Módena.


Aconsejado por LUIS XIV de Francia, en septiembre de 1673, JACOBO se casa, de nuevo, con la católica Beatriz de Módena y este dato le enfrenta aún más con el Parlamento. Con el propósito de suavizar el elevado antagonismo consiente que las hijas habidas de su anterior matrimonio, María y Ana, se eduquen como miembros de la Iglesia anglicana.

Cuando los ánimos se apaciguan, CARLOS II, logra que su hermano, JACOBO, regrese a su patria.


Cuando los ánimos se apaciguan, el rey de Inglaterra, CARLOS II, logra que en el mes de octubre su hermano, JACOBO, regrese a su patria con la condición de aceptar el cargo de Alto Comisario en Escocia. Allí, JACOBO se muestra tolerante, conciliador y protector de los presbiterianos, cuyo apoyo busca, aunque manteniéndose firme en su fe católica a pesar de los embates de quienes pretenden que vuelva al credo anglicano.

Frente al “anglicanismo” inventado por los Tudor poco podían hacer los buenos “puritanos” ingleses.


Frente al “anglicanismo” inventado por los Tudor poco podían hacer los buenos “puritanos” ingleses y con la restauración de los Estuardo, en 1660, llegó el fin definitivo de sus esperanzas. No obstante, los que habían emigrado al Nuevo Mundo desde los tiempos heroicos del “Mayflower” encontraron libertad y un ancho campo de expansión. Tal vez aquel viejo espíritu puritano, adaptado a las necesidades del capitalismo moderno, persiste al otro lado del Atlántico, más pujante si cabe, que en Europa. Con razón se ha dicho que los EEUU. son, en gran parte, hijos del puritanismo inglés del siglo XVII. Y éste surgió del reformismo francés materializado en la voz y en la pluma de CALVINO.

Sube al trono de Inglaterra y Escocia, JACOBO que reinará como JACOBO II de Inglaterra y VII de Escocia.


Sube al trono de Inglaterra y Escocia, JACOBO duque de York, que reinará como JACOBO II de Inglaterra y VII de Escocia (1685-1689), hijo de Carlos I y de Enriqueta María de Borbón, hermano, por tanto, del fallecido Carlos II que ha muerto sin dejar hijos legítimos. Casi de inmediato se suceden tanto en Inglaterra como en Escocia una serie de guerras civiles en las que las facciones en lucha están en el plano religioso claramente divididas: Los presbiterianos escoceses y los partidarios del anglicanismo. Los primeros propugnan una iglesia puritana y sencilla, gobernada por ministros electos. Han cerrado filas frente a quienes desean una iglesia ritualista administrada por los obispos elegidos por el rey. JACOBO II de Inglaterra (VII de Escocia) se convierte al catolicismo.

JACOBO II hereda de su hermano un poder indiscutido.


JACOBO II hereda de su hermano un poder indiscutido y él, por su parte, aunque en absoluto oculta su religión católica -hasta el extremo de hacerse coronar por el Primado del Papa- se compromete a respetar la Iglesia anglicana y los dictados del Parlamento. No obstante, tiene que soportar el doble ataque del conde de Argyll y del duque de Monmouth -hijo natural de Carlos II y “buen protestante” que aspira al trono inglés. El primero desembarca en mayo de 1685, en el este de Escocia con un grupo de fieles, pero, hecho prisionero, pronto es ejecutado.

JACOBO II se aprovecha de estas rebeliones para reforzar su ejército con católicos.


JACOBO II se aprovecha de diversas rebeliones para reforzar su ejército y llenar de oficiales y funcionarios católicos los puestos civiles y militares. El nombramiento del conde de Sunderland como Secretario de Estado, un católico, y sobre todo la inclusión en su Consejo Privado del jesuita padre Petre y otros cuatro católicos, despierta en el reino una cierta inquietud. Los ingleses, en general, pueden aceptar el catolicismo de su rey con tal de que no lo imponga en su reino. Pero JACOBO II es obstinado y torpe y la única lección que ha aprendido de la revolución de Cromwell, que le ha costado la vida a su padre Carlos I, es que con la oposición no se transige ni se negocia. En su osadía, ataca a las universidades, firmes puntales de la Iglesia anglicana, en donde a la cabeza de varios colegios de Cambridge y de Oxford sitúa a católicos. De esta última expulsa a los estudiantes del Magdalen College para transformarlo en un seminario católico.