Desmond Tutu es arzobispo de la Iglesia anglicana. En 1984 ha recibido el Premio Nobel de la Paz por su lucha no violenta contra el racismo.

La Iglesia anglicana esta viviendo una época de enormes convulsiones y de fugas masivas de fieles, pastores y hasta prelados. El motivo es la polémica aceptación de la ordenación de mujeres sacerdotes, lo que está llevando a centenares de clérigos, e incluso a algunos obispos, a pasarse a la Iglesia Católica que no lo permite.

Un portavoz oficial del palacio de Saint James, residencia de los duques de Kent, anuncia que Katherine Lucy Mary Worsley de Windsor, duquesa de Kent, de sesenta y un años de edad, prima de la reina de Inglaterra, abandona la fe anglicana para ingresas en la Iglesia católica. La ceremonia será oficiada por el cardenal Hume en la capilla privada del arzobispado de Westminsten. Katherine Worsley contrajo matrimonio, en 1961, con el duque de Kent quien sigue ocupando el decimooctavo lugar en la linea de sucesión. Posteriormente, dirá: “Sentía una fortísima necesidad de pertenecer a alguien. La Iglesia Católica me garantiza un apoyo emotivo, el calor y la seguridad de una comunidad unida. Pero me da también reglas para la vida de todos los días. Me gusta saber que se espera algo de mí. Me gusta que se me diga: tienes que ir a Misa los domingos, si no hay problemas que te lo impidan. Mi conversión ha sido un gesto impulsivo que se debe a las personas que he encontrado, en particular al Cardenal Basil Hume. Su humildad y delicadeza me han atraído”.

Desmond Tutu es arzobispo de la Iglesia anglicana. Desde 1995 preside, en la República Sudafricana, la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, encargada de investigar las violaciones de los derechos humanos durante el apartheid que abre sus sesiones en junio de este año.

Católicos y anglicanos han aproximado sus posturas sobre la Virgen María. En un documento hecho público, en la fecha, en Londres, ambas partes han llegado a una posición común. El documento conjunto “María: gracia y esperanza en Cristo” representa una nueva etapa muy importante en el camino de la unidad. Es una primera piedra en el camino de la unidad. Los dogmas de la Inmaculada Concepción y de la Asunción de María están “de acuerdo” con las interpretaciones anglicanas de la Biblia, indica el documento de la comisión internacional anglicana y católica romana. Esta declaración quiere ser una base de reflexión y deberá estar avalada por el Vaticano y las autoridades anglicanas, que han dado su bendición al proceso. Numerosos puntos de divergencia se mantienen todavía entre anglicanos y católicos, sobre todo la primacía del Papa y la ordenación de mujeres sacerdotes, autorizada desde 1992 por los anglicanos. El asunto, potencialmente explosivo, de la ordenación de sacerdotes homosexuales está de momento congelado en la comunidad anglicana, muy dividida en este asunto.

Blair se convierte al catolicismo en una misa sin cámaras ni taquígrafos en la catedral de Westminster. Ya comparte la misma fe que su esposa Cherie y sus hijos. En un ejemplo de deportividad y de fair play, el progresista y liberal arzobispo anglicano Rowan Williams ha deseado a Blair “toda la suerte del mundo en esta nueva singladura de su fe cristiana”. El ex premier no se atrevió a consumar el cambio de camiseta cuando estaba en Downing Street por miedo a complicar innecesariamente el proceso de paz de Irlanda del Norte (los protestantes habrían recibido la noticia con un lógico recelo) y también por no despertar suspicacias respecto a decisiones gubernamentales sobre la homosexualidad y el aborto, en los que las leyes británicas están en contradicción con el dogma católico.