GUERRA DE LOS CIEN AÑOS (1337-1453)

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La guerra de los Cien Años fue un conflicto armado que duró 116 años  (1337 - 1453) entre los reinos de Francia e Inglaterra. En esta guerra, de raíz feudal,  se quería resolver quién controlaría las enormes posesiones acumuladas por los monarcas ingleses desde 1154 en territorios franceses, debido al ascenso al trono inglés de Enrique II Plantagenet, conde de Anjou. Tuvo implicaciones internacionales y finalmente, después de muchos años de numerosos enfrentamientos, se saldó con la retirada inglesa de tierras francesas.

Ver Genealogías de los principales personajes implicados y sus relaciones

EDUARDO III reclama su derecho a ocupar el trono de Francia. Guerra de los Cien Años.


Cuando el rey francés intenta hacer efectiva su soberanía feudal sobre Guyena (Aquitania) que es una posesión inglesa, reclamando las apelaciones de los juicios que en ella se producen, EDUARDO actúa y encuentra el modo de dañar a FELIPE: uno de los parientes del rey francés, Roberto de Artois, se ha rebelado, y EDUARDO lo acoge como a un hermano en su corte inglesa. La reacción de FELIPE VI es drástica: en un golpe de mano rápido y perfecto, invade y se anexiona la región de Guyena, feudo del rey inglés. EDUARDO responde reclamando, por primera vez, su derecho a ocupar el trono de Francia por ser nieto de Felipe IV el Hermoso. Este conflicto provoca, la que se llamará Guerra de los Cien Años. En la motivación del conflicto ocupan también un lugar capital los asuntos de los Países Bajos: la lana inglesa, principal riqueza del país, abastece a la industria belga, con lo que Flandes, vasalla feudal de Francia, se encuentra bajo la dependencia económica de su proveedor inglés, que procura apartar a esta rica región de la órbita francesa y convertirla en una potencia aliada.

EDUARDO III, rey de Inglaterra reconoce a FELIPE VI rey de Francia, pero la situación ha ido tensándose.


La rivalidad entre Francia e Inglaterra comienza ya en tiempos de la Batalla de Hastings, en la que el duque francés Guillermo de Normandía (Guillermo el Conquistador) se adueña de Inglaterra (1066). A mediados del siglo XII, los monarcas ingleses descendientes de los duques normandos son reemplazados, por matrimonio, por la dinastía francesa de los Plantagenet, condes de Anjou, que también poseen otros grandes territorios en el oeste y sudoeste de Francia. Tras el matrimonio de Enrique II de Inglaterra con Leonor de Aquitania llegan a ser más poderosos que los propios reyes francos. Así, pues, tras diversas visicitudes, en 1337 los monarcas ingleses siguen poseyendo importantes e inmensas extensiones en Francia, donde, como feudatarios, deben prestar vasallaje al rey francés. Inicialmente, EDUARDO III, rey de Inglaterra, (1327-1377) reconoce a FELIPE VI como rey de Francia (1328-1350), pero la situación ha ido tensándose debido a una serie de conflictos marginales.

La llamada Guerra de los Cien Años, se inicia invadiendo Francia por parte de EDUARDO III de Inglaterra.


Dentro de la Guerra de los Cien Años, se produce en 1339 un intento frustrado de invasión de Francia por parte de EDUARDO III de Inglaterra. EDUARDO utiliza una táctica copiada de sus enemigos (la chevauchée). Ataca la campiña desprotegida en sitios donde las tropas francesas son débiles o están ausentes, y se adueña de ella. De inmediato procede a matar a los civiles de sexo masculino, incendia, saquea y roba las posesiones de los campesinos. Al ser éstos parte de una sociedad de tipo feudal, está sobreentendido que es responsabilidad y obligación de FELIPE VI de Francia protegerlos contra los salvajes ejércitos extranjeros. De este modo, además de hacerse con tierras, suministros y prisioneros, EDUARDO socava la autoridad de FELIPE.

Los años del primer período de guerra son favorables a EDUARDO III. Vence en Crécy.


Los años del primer período de la Guerra de los Cien Años, son favorables a EDUARDO III, cuyas tropas desembarcan en Normandía en 1346 y vencen, en la fecha, al ejército francés en Crécy (Francia). Los ingleses han dispuesto su alineación cuidadosamente, dando a los arcos largos todas las oportunidades de disparar con plena libertad. Los franceses carecen de experiencia en materia de arcos largos. Cuentan con ballesteros que pueden disparar con tanta eficacia como los arqueros, pero con mucha más lentitud. Estos últimos pueden lanzar cinco flechas por cada una de los primeros. El resultado será que los franceses son acribillados y aniquilados por los disparos de los arcos largos, en tanto los ingleses sufren poquísimos daños. Aquí concluyen mil años de dominio de la caballería en el campo de batalla, desde Adrianópolis. La infantería recupera su importancia. Y como la caballería acorazada es el instrumento de combate de la aristocracia, la única que puede costearse caballos y armadura, eso significa que la aristocracia feudal empieza a declinar, en tanto el pueblo llano adquiere más y más importancia.

EDUARDO, príncipe de Gales llamado el PRÍNCIPE NEGRO establece su base en Burdeos.


Mientras tanto, el hijo mayor de EDUARDO III, el que será conocido como Príncipe Negro, (al parecer por el color de su armadura) establece su base en Burdeos, en el sudoeste de Francia. Esta región sique perteneciendo a Inglaterra como parte de la herencia de Leonor de Aquitania dos siglos antes. El príncipe de Gales se halla así en condiciones de atacar Francia desde el otro extremo.