CONCILIOS Y SÍNODOS DIVERSOS DE LA IGLESIA CATÓLICA

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El “donatismo” y los donatistas condenados por el Concilio de Letrán de 313.


Al fallecer en breve el obispo Mayorino de Cartago, la sucesión recae sobre DONATO que elabora el “donatismo”. Pero DONATO y los donatistas o seguidores de dicho cisma, son condenados por el Concilio celebrado, en la fecha, en el palacio de Letrán (Roma) y promovido por CONSTANTINO. Si esta doctrina -el donatismo- prosperara, el cristianismo quedaría reducido a una secta de unos cuantos “puros” y nadie podría estar seguro de poder asistir al santo Sacrificio de la Misa y de recibir la Sagrada Comunión.

El emperador romano se considera como el «igual de los apóstoles» o el «obispo de fuera».


CONSTANTINO -emperador romano de Occidente- se considera como el «igual de los apóstoles» o el «obispo de fuera». Esto explica sus intervenciones. Para la mayoría de los cristianos, este cambio después de las persecuciones resultaba algo inaudito, inesperado. Los cristianos aceptan ahora el carácter sagrado del emperador, al que consideran bastante naturalmente como jefe del pueblo cristiano: nuevo Moisés, nuevo David. Bajo este título convoca los concilios. Los cristianos le agradecen sus favores. Les concede edificios oficiales (basílicas) y palacios para un uso religioso. Hace construir hermosos lugares de culto, las basílicas de San Pedro del Vaticano, la de Belén, todas las iglesias de Constantinopla, etc. Hace importantes donaciones a los obispos. Las comunidades cristianas pueden recibir legados. La Iglesia logra conseguir así un enorme patrimonio. El clero obtiene privilegios jurídicos. Los tribunales episcopales tienen jurisdicción civil, y los obispos son considerados del mismo rango que los gobernadores.

Primer concilio de Arlés que rechaza las acusaciones de “traditores” contra FÉLIX y CECILIANO.


Primer concilio de Arlés (La Galia) -promovido por CONSTANTINO. Este concilio -además de autorizar por primera vez la participación de los cristianos en la guerra- proclama nuevamente la tradicional tesis de la iglesia romana: “También los sacramentos conferidos por un ‘traditor’ deben considerarse válidos si se cumplen los requisitos exigidos”. También se trata sobre el donatismo. Posteriormente, el concilio de Nicea (325) también se ocupará de la problemática de los lapsos. El nuevo Papa, SILVESTRE no acude a Arlés, pero se le comunica sus decisiones, lo que supone un reconocimiento de su especial status.

Enfrentamiento entre Alejandro y Arrio. CONSTANTINO interviene trata de conciliar ambas posiciones.


ALEJANDRO, Obispo de Alejandría, condena el arrianismo en su “Epístola Encíclica”. ARRIO le contesta en términos similares. CONSTANTINO trata de conciliar ambas posiciones mediante cartas enviadas a los dos religiosos, y la mediación de Ossio de Córdoba. No en balde dice: “Considero la interna división de la Iglesia como más peligrosa que las guerras y las batallas”. Al fin, ALEJANDRO, convoca, en la fecha, un Concilio en Alejandría, con la asistencia de más de cien Obispos de Egipto. Este Concilio anatematiza a ARRIO junto con sus discípulos. La comunicación de esta sentencia, a la que acompaña una violenta censura de EUSEBIO de Nicomedia, personalidad muy querida y respetada, provoca una conmoción en la Iglesia de Asia menor y de ÁFRICA, que amenaza con extenderse a Europa. ARRIO, viéndose expulsado de Egipto, se traslada a Palestina y finalmente a Nicomedia, reclutando seguidores.

Los arrianos celebran un Concilio en Antioquia (Turquia) que depone a ATANASIO.


Los arrianos a pesar de Nicea, son más fuertes que nunca. En la fecha, celebran un Concilio en Antioquia (Turquia). Este Concilio, depone de nuevo a ATANASIO y elige como obispo a Pisto, un sacerdote excomulgado. Ante la incapacidad de éste, se obliga a Gregorio de Capadocia a hacerse cargo del gobierno episcopal. ATANASIO ha de refugiarse en Tréveris (339-345).

El primer obispo conocido de Barcino fue Pretextato (Pretextat).


El primer obispo conocido de Barcino fue Pretextato (Pretextat). En el año 342, asiste al sínodo antiarriano de Sárdica (o Serdica, actual Sofía, Bulgaria), con Osio (Hosius) de Corduba.

JULIO I convoca un concilio en Sárdica para reconciliar con la Iglesia a los excomulgados arrianos.


El papa JULIO I convoca un concilio en Sárdica (Sofia) en Tracia (342-343) en un intento por reconciliar con la Iglesia a los excomulgados arrianos. Este concilio se reúne merced a un convenio entre CONSTANTE I (cristiano) y su hermano CONSTANCIO II (arriano). En Sárdica se reúnen 90 sostenedores de la fórmula nicena contra 80 defensores de la herejía arriana. La unión no se logra, aunque algunos herejes deponen su actitud, y la separación entre los obispos de Occidente y los de Oriente se muestra clamorosamente. También en este concilio se reconoce explícitamente la autoridad papal pues se dice que el primero entre todos los obispos y juez supremo en los asuntos religiosos, dogmáticos y disciplinarios. No se trata solamente como en los primeros siglos de un reconocimiento más o menos implícito, sino de un reconocimiento oficial y explícito. El primado pontificio no es un simple primado de honor, sino un verdadero primado de jurisdicción. Reside en el Palacio de Letrán (Roma). El Papa, enviará a este Concilio como legado suyo al obispo de Córdoba, OSIO. Este Concilio confirmará la ortodoxia de las doctrinas de ATANASIO y se reconocerá para cualquier obispo expulsado de su sede, el derecho de apelación a Roma.

Individuos ricos y bien relacionados se incorporan a la Iglesia sólo en busca de progreso material.


Los cánones de Sárdica también indican que los individuos ricos y bien relacionados están incorporándose a la Iglesia sólo en busca del progreso material ya que dicen así: “Si a un rico, o un abogado, o un funcionario oficial se le ofrece un obispado, no debe ordenársele a menos que haya desempeñado previamente el cargo de elector, diácono o sacerdote, de manera que se eleve a la más alta jerarquía, el episcopado, mediante el ascenso progresivo… debe conferirse la ordenación sólo a aquellos cuya vida entera ha estado sometida a examen durante un período prolongado y cuya valía ha sido demostrada”. En definitiva, este canon será por completo ineficaz, si se ha de juzgar por el número de clérigos famosos que los infringirán o conseguiran que se ignore en beneficio propio. Será usual que el Estado o los grupos de interés privados, a lo largo de los siglos siguientes pongan a sus candidatos en cargos importantes de la Iglesia, sin que importe para el caso la jerarquía. Históricamente, los resultados de Sárdica fueron negativos. El Concilio no consiguió la unidad que pretendía. Sárdica ahondó las diferencias entre los cristianos de Oriente y de Occidente, separados por la frontera de los dos imperios.