EULOGIO (Obispo de Córdoba)

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Ante la creciente islamización, varios cristianos de Córdoba insultan a Mahoma buscando el martirio.


En la numerosa comunidad mozárabe de Córdoba surgen dos fundamentalistas, el obispo EULOGIO y el escritor ÁLVARO, que comprueban día a día, consternados, la creciente islamización de la sociedad. EULOGIO y ÁLVARO no pueden consentir tal cosa, así que consiguen que trece aspirantes al martirio, se presenten ante la autoridad islámica para insultar a MAHOMA. Es un modo expeditivo de buscar el martirio puesto que en el islam la blasfemia está castigada con la muerte. Ocurre lo que tiene que ocurrir: las autoridades religiosas dictan sentencia y los blasfemos, en la fecha, son ejecutados. Al olor del martirio, el fundamentalismo cristiano crece y nuevos aspirantes a mártires dan en presentarse ante los jueces. Como este movimiento crea un problema de orden público y envenena las relaciones entre las dos comunidades, el propio ABDERRAMÁN II ha de tomar cartas en el asunto y solicita la convocatoria de un Concilio en Toledo, sede de la máxima autoridad religiosa cristiana. Recafredo, obispo de Córdoba, no está de acuerdo con estas provocaciones y convoca el Concilio.

MOHAMED I (852-886) nuevo emir de Córdoba. Siguen las ejecuciones de cristianos por provocaciones.


A Abderramán II le sucede su hijo MOHAMED I (852-886) como emir de Córdoba. La prosperidad iniciada en el reinado anterior continúa, salpicada de sublevaciones que intentarán hacer frente al poder cordobés. La mayoría de las revueltas estallarán en las regiones fronterizas. MOHAMED I, por otra parte, no es tolerante en materia de religión y persigue a los cristianos produciéndose varias ejecuciones por provocar a los musulmanes. De hecho, se recogerán 48 ejecuciones entre 850 y 859, de cristianos, 38 hombres y 10 mujeres. Treinta y cinco son clérigos de distnto tipo, sobre todo monjes pero también diáconos y sacerdotes, el resto son seglares. Todos salvo dos habitan en Córdoba o en monasterios de la sierra cercana a la ciudad como monjes o en zonas próximas como eremitas. Estos martirios se conocerán gracias a una única fuente, la hagiografía de EULOGIO de Córdoba el cual registrará la ejecución de estos cuarenta y ocho cristianos que desafiarán la ley islámica. En su mayoría harán declaraciones públicas de rechazo del islam y proclamación de su cristianismo.

El arzobispo EULOGIO, es entregado al hacha del verdugo. Se pone fin a los martirios voluntarios.


Al no resultar suficientes las medidas tomadas por el Concilio de Toledo de 852 en relación a la prohibición de buscar el martirio voluntario, el arzobispo EULOGIO, su principal animador, es entregado, en la fecha, al hacha del verdugo, hecho que según parece pone fin a la sangrienta serie de martirios voluntarios.?