BIZANTINOS EN HISPANIA (552-623)

Total de piezas: 6

La debilidad de ÁGILA provoca una sublevación encabezada por ATANAGILDO. Pide ayuda a Justiniano.


En Hispania, ÁGILA I, rey de los visigodos, deberá hacer frente desde el comienzo de su reinado a graves dificultades derivadas de la sublevación en la Bética de la antigua nobleza hispanorromana. La debilidad de ÁGILA provoca esta sublevación encabezada por el católico ATANAGILDO que deriva en una auténtica guerra civil y que obliga a ÁGILA a retirarse a la Lusitania. Traslada la capital a Mérida. Los rebeldes, por su parte, piden ayuda a JUSTINIANO I, emperador bizantino que envía un fuerte ejército.

Las tropas bizantinas enviadas por JUSTINIANO I ayudan a las fuerzas del rebelde ATANAGILDO.


Las tropas bizantinas enviadas por JUSTINIANO I, al mando del general LIBERIUS desembarcan en el Sur de Hispania, uniendo sus fuerzas a las del rebelde ATANAGILDO al que ayudan a derrotar al ejército del rey visigodo ÁGILA I que ha marchado hacia el Sur, desde Mérida, con dirección a Sevilla. En compensación, los bizantinos -según acuerdo de esta fecha entre ATANAGILDO y LIBERIUS- recibirán plazas importantes en Levante y en el sur de la península.

Las huestes bizantinas se van apoderando de parte de la Cartaginense y de la Bética.


Las campañas entre los visigodos y ATANAGILDO, sigue durante meses, en los que los ejércitos visigodos se destrozan ante la mirada complaciente de las huestes bizantinas que se van apoderando de parte de la Cartaginense y de la Bética. Ambas provincias quedarán, en su mayor parte, anexionadas al Imperio romano de Oriente.

Terminada la guerra, los bizantinos permanecen en la Península extendiéndose por la costa suroccidental.


En Hispania, el pacto establecido en 552 entre ATANAGILDO y el representante de JUSTINIANO I daba a este último algunas plazas fuertes situadas entre Valencia y Gibraltar. Pero en el transcurso de la guerra civil goda, entre ATANAGILDO y Agila, los bizantinos ocupan más plazas de las pactadas. Una vez terminada la guerra civil, los bizantinos permanecen en la Península y extienden sus dominios por la costa suroccidental, desde Cartago Spartaria, luego Cartagena, hasta la desembocadura del río Guadalete y algunas tierras del interior. Estos dominios constituyen, a partir del 555, junto a las Islas Baleares, la provincia bizantina de HISPANIA que se coloca bajo la autoridad de un jefe militar -“Magister Militum Hispaniae”-. La península se halla ahora escindida en 3 soberanías: sueva, visigoda y bizantina. ATANAGILDO mantiene enfrentamientos permanentes con los bizantinos que, sin obtener éxitos claros, al menos permiten el establecimiento de una frontera fija con los territorios dominados por éstos.

LEOVIGILDO comienza su gobierno con una serie de campañas destinadas a unificar la península.


LEOVIGILDO que fija su residencia en Toledo, comienza su gobierno de Hispania con una serie de campañas destinadas a unificar todo el reino peninsular. En la primera de ellas, durante el año 570, el rey visigodo combate a los ejércitos bizantinos en el Sureste, devastando la comarca en torno a la ciudad de Málaga. Esta ciudad, uno de los puertos bizantinos más importantes, es saqueada y su guarnición totalmente destruida. También consigue un brillante éxito al ocupar por sorpresa, en ataque nocturno y gracias a la complicidad de uno de sus defensores, la ciudad bizantina de Asidona, luego Medina-Sidonia, importante plaza fuerte y nudo de comunicaciones de la provincia imperial.

Esta pieza también aparece en ... LEOVIGILDO (Rey visigodo)(568-586)

SUINTILA termina, después de una batalla campal, con los últimos reductos del gobierno bizantino.


SUINTILA, en la fecha, termina, después de una batalla campal, con los últimos reductos del gobierno bizantino.

Esta pieza también aparece en ... SUINTILA (Rey visigodo) (621-631)