CARLOS I (Rey de España, 1516-1556) / CARLOS V (Emperador del SIRG, 1520-1556)

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Carlos I de España y V de AlemaniaCarlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, llamado «el César», reinó junto con su madre Juana la Loca —esta última de forma solamente nominal— en todos los reinos y territorios de España con el nombre de Carlos I desde 1516 hasta 1556.

(Ver Genealogía de Carlos I de España)

Se finaliza la Dieta de Augsburgo (Alemania) con la “Paz de Augsburgo”.


Se finaliza la Dieta de Augsburgo (Baviera) con la “Paz de Augsburgo” el 25 de septiembre de 1555. Por este Tratado, se resuelve el conflicto religioso comenzado desde la Reforma Protestante. La Paz de Augsburgo, también llamada “Paz de las religiones”, es un tratado firmado por FERNANDO I de Habsburgo, hermano y representante del Emperador CARLOS V, y las fuerzas de la Liga de Esmalcalda por el cual se resuelve el conflicto religioso de las reformas protestantes. Reconoce la existencia de dos religiones -la católica y la luterana-, pero no admite la confesión calvinista, creando así una nueva fuente de conflictos que no tardarán en estallar violentamente. El principio “cuius regio, eius religio” (tal príncipe, tal religión), según el cual se deja al príncipe elegir la religión oficial de su territorio, es reconocido, pero sin que los súbditos se beneficien de tal privilegio, pues tienen que profesar la misma religión que su soberano; si se niegan a someterse, son obligados a emigrar a países en los que su religión se halle reconocida como religión de estado.

CARLOS V -a través de su hermano FERNANDO- se ve obligado a firmar, en la fecha, la “Paz de Augsburgo”.


De hecho, CARLOS V -a través de su hermano FERNANDO- se ve obligado a firmar la “Paz de Augsburgo”, al haberse aliado los protestantes de Alemania con ENRIQUE II de Francia que significa la división religiosa de la Europa Central. Este Tratado es declarado ley imperial, obligatoria para todos. Este acuerdo significa el abandono por parte del Emperador de imponer el catolicismo como religión única en Alemania y el fracaso de toda su política bélica y religiosa. Fracaso ya reconocido previamente por CARLOS V. A los cuatro meses de acceder al papado, PABLO IV firma también la “Paz de Augsburgo”.

CARLOS I de España entrega el gobierno de España y de los Países Bajos a su hijo FELIPE, y las posesiones alemanas a su hermano FERNANDO.


Carlos I de España y V de Alemania, abdica en una solemne ceremonia celebrada en la gran sala del palacio de Bruselas ante los Estados de Flandes de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón, y (meses más tarde) de las Indias y de Sicilia. Están presentes, FELIPE, FERNANDO, María Leonor, los caballeros de la Orden del Toisón de Oro, nobles, generales y gobernadores. Su hijo FELIPE II recibe España y los Países Bajos, mientras que las posesiones alemanas serán cedidas a su hermano FERNANDO.

El sentimiento que el pueblo de los Países Bajos ha tenido hacia Carlos (V), no prospera bajo Felipe II.


El sentimiento que el pueblo de los Países Bajos ha tenido hacia CARLOS (V), no puede prosperar bajo la monarquia de FELIPE II. Rey educado en España, desconocedor de sus lenguas y sus costumbres, no puede satisfacer las exigencias de sus súbditos. Su corta estancia en los Países Bajos no le sirve para aprender la distinta realidad de esos dominios. La presencia de los consejos urbanos, de los estados generales, etc, configuran una representatividad política con la que ha de contar irremisiblemente para gobernar esos estados.

Francia firma la tregua de Vancelles.


El duque de Saboya, aliado de CARLOS (V), devasta la Picardía y pone sitio a Amiens. Estas derrotas, unidas al fracaso de Siena, inducen a Francia a la firma de la tregua de Vancelles. CARLOS (V), en estas negociaciones, deja patente una vez más su poder a la hora de concluir y de romper tratados y alianzas. En la abadía de Vancelles se llega a pactar la larga tregua con el compromiso bipartito de suspensión de hostilidades durante cinco años y dejar las fronteras tal y como se hallan en ese tiempo, sin buscar restituciones ni derechos de heredades. Francia conserva Saboya y el Piamonte, así como los tres obispados (Metz, Toul y Verdún). La tregua es publicada el 4/2/1556.(febrero de 1556).

El Papa PABLO IV se alía con Francia para expulsar de Nápoles a los españoles. Su contrincante será el duque de Alba.


PABLO IV se toma muy mal que Carlos V no pida su permiso para legar a su hijo Fernando el título de emperador de Alemania y, con tal motivo, aparte de no reconocer a Fernando como tal ni a Felipe II como rey de España, urde una coalición con Francia para apoderarse del reino de Nápoles. Pero se busca un mal contrincante militar, nada menos que el duque de Alba que no esperará a recibir la bélica visita y pronto marchará contra Roma.

CARLOS I ante la multitud de problemas que tiene que enfrentar, renuncia a toda humana grandeza.


En las postrimerías del reinado de CARLOS I, la Corona española se declara en suspensión de pagos. El tesoro de España a causa de las múltiples guerras que tiene que atender está agotado. CARLOS (V), reuniendo Cortes, tiene que pedir un nuevo tributo que la nobleza no quiere conceder. Añadiendo a esta situación el poco éxito que consigue en los frentes que tiene abiertos, los achaques propios de la edad y los disgustos que le vienen de los protestantes, determinan a CARLOS (V) a renunciar -en la fecha- a toda humana grandeza.

CARLOS I abdica en su hijo FELIPE la corona de España y América.


CARLOS I abdica en su hijo FELIPE (1556-1598) (FELIPE I en Catalunya y Aragón y FELIPE II el Prudente en Castilla) la corona de España y América. Como quiera que las 17 provincias de los Países Bajos están vinculadas al reino de Castilla y, por otra parte, ya CARLOS las había cedido a su hijo en 10/1555, la responsabilidad sobre ellas pasa definitivamente a FELIPE II. FELIPE además de vastas posesiones, hereda una deuda que equivale a la totalidad de los previsibles futuros ingresos de la Corona hasta 1560. FELIPE II acepta la herencia de cumplir con Dios, y con los banqueros de Alemania, lo que aun habiéndose tratado de un mismo reino no era obligatorio. Pero además esas deudas las había generado CARLOS en calidad de emperador y puesto que el actual emperador germánico es ya su tío, justo hubiera sido que FERNANDO asumiera el compromiso de pagarlas. FELIPE II vivirá, en consecuencia, endeudado toda su vida. Los territorios obtenidos por FELIPE II bordean Francia por su frontera oriental.