ULFILAS, obispo arriano, es el primero en traducir la Biblia al idioma de los godos, para lo cual tendrá que inventar un alfabeto. Aunque se sabe que ULFILAS es arriano, no está clara su posición exacta dentro del arrianismo. El hecho de firmar en el 360 en Constantinopla una fórmula similar a la de Rímini servirá a algunos autores para considerarlo moderado. Otros empero, lo encuadrarán en una postura radical debido a los fragmentos de su obra escrita, e incluso no faltarán los que le atribuirán un arrianismo específico. Así, el arrianismo sobrevivirá en Europa -gracias, principalmente, a los godos que serán evangelizados por ULFILAS- hasta el siglo VI.

La muerte de Constancio II ha sido, sin duda, un golpe fatal para los arrianos. Pero otro motivo contribuye también a acelerar su final: ellos mismos debido a un proceso natural de la herejía, se hallan dividos en innumerables facciones, que se combaten entre sí ásperamente, aun en tiempos de Constancio, para atraerse el favor imperial. Esta disgregación disminuye su fuerza.

El emperador VALENTE de Oriente (364-378) se convierte al arrianismo y persigue a los cristianos y paganos. Pero ya muchos semiarrianos -que defienden que la naturaleza de Dios y la de su Hijo son semejantes- (los arrianos defienden que la naturaleza de Dios y la de su Hijo son distintas), están adaptando el Símbolo Niceno (que defiende que Dios y su Hijo son de la misma naturaleza)

Fallece HILARIO de Poitiers. Por la solidez de su doctrina y por su profundo ingenio merecerá ser llamado “el ATANASIO de occidente”. S.HILARIO será recordado en la literatura latinocristiana, porque es el primero en componer himnos sagrados, para ser cantados por todo el pueblo. Ha destacado en su oposición al arrianismo, lucha a la que ha dedicado gran parte de su vida.

Flavio VALENTE, emperador romano de Oriente, quiere imponer a BASILIO, obispo de Cesarea, una serie de sacerdotes arrianos, obligándole a que los admita en el seno de la Iglesia. Pero no lo consigue. Los sacerdotes informan al emperador: “Nos ha vencido. No le amedrentan las amenazas, no se le derrota con argumentos, no se deja persuadir. Habrá que intentarlo con un hombre de menos carácter”.

Muere ATANASIO, obispo de Alejandría, Doctor y Padre de la Iglesia. Ha sido el gran luchador de Nicea. Resulta admirable la fecundidad de ATANASIO en medio de las innegables turbulencias que ha atravesado durante su vida lo que le valdrá que la historia le llame “Atanasio el Grande”. Junto a él , en Oriente, BASILIO de Cesarea, GREGORIO Nacianceno y GREGORIO Niceno, son los grandes defensores de la ortodoxia. Los dos Gregorios y Basilio serán conocidos con el nombre de “Padres Capadocios”, ya que son oriundos de la región de Capadocia. Pronto se darán cuenta de que el problema suscitado por el arrianismo, y que ya en el último cuarto de siglo parece que se iba resolviendo, lleva implicita una nueva cuestión que va a suscitar un nuevo concilio y una nueva serie de disputas: la relativa al ESPÍRITU SANTO, tercera persona de la Trinidad. Por ello se esfuerzan en elaborar un lenguaje lo más preciso posible, que impida confusiones y ayude a fijar los principios de la fe. En Occidente, HILARIO de Poitiers (fallecido en 366), EUSEBIO de Vercelli y AMBROSIO de Milán, son los defensores de Nicea.

En la fecha, AMBROSIO, obispo de Milán, se enfrenta con la agitación provocada por el sacerdote arriano Juliano.

De nuevo a la carga Hidacio e Itacio convencen al emperador de Occidente GRACIANO de que decrete el exilio contra los maniqueos. Obtenido éste, lo aprovechan para incluir en él a PRISCILIANO y sus seguidores, quienes deberán abandonar Hispania.

El arrianismo -que procede del adopcionismo- se transforma en la herejía más atosigadora que debe afrontar la joven Iglesia en sus primeros años. Finalmente, después de la formulación del credo en los Concilios de Nicea (325) y Calcedonia (381), el adopcionismo es finalmente abandonado.

GREGORIO de Nisa ataca el arrianismo en el I Concilio de Constantinopla del 381 usando para ello base de filosofía platónica; afirmando la unidad y la Divinidad de las tres personas en una sola idea divina, tres personas distintas en un solo Dios verdadero. Según GREGORIO de Nisa la unión de las dos naturalezas en Cristo es tan fuerte que se puede hablar tranquilamente de un hombre omnipotente o de que Dios fue crucificado (teoría que se llamará luego communicatio idiomatum). Este Concilio pone fin al ascendiente arriano al reafirmar el símbolo niceno y al elaborar un Símbolo de la Fe (Credo) que completa el definido en Nicea. De ahí el nombre de «símbolo niceno-constantinopolitano» con el que es conocido y rezado. (Es el Credo más largo, que aún hoy rezamos en la eucaristía de los domingos). Al abordar el tema del Espíritu Santo, algún obispo abandona el aula conciliar, pues niega su divinidad.