JUANA la Beltraneja

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Este año, fue el más difícil de ISABEL de Castilla para conseguir la titularidad de la Corona de Castilla.


El año 1470 fue el más duro y difícil en el camino de ISABEL de Castilla para conseguir la titularidad de la Corona de Castilla. El temor al enfrentamiento con el rey hace que FERNANDO e ISABEL se refugien en la fortaleza de Dueñas, bajo el amparo y protección de Pedro de Acuña, hermano del arzobispo Carrillo. A lo largo del año se producen toda una serie de contratiempos para el joven matrimonio. Entre ellas: las pérdidas de Valladolid y Medina del Campo, que reducen gravemente la zona territorial controlada por los príncipes; el apoyo nobiliario a ENRIQUE IV, que reparte mercedes, títulos y privilegios a las grandes familias. La situación de ISABEL y FERNANDO es casi desesperada, ya que la mayor parte de la nobleza está al lado del rey, niega el título de princesa heredera a ISABEL y muchas e importantes ciudades representadas en Cortes son partidarias de JUANA.

ISABEL y FERNANDO consiguen ir atrayendo a su lado a las ciudades y a una parte importante de la nobleza.


En la fecha, ISABEL hace público un manifiesto en el que da a conocer lo realmente estipulado en los Toros de Guisando y acusa a la reina de adúltera y a su hija JUANA de ilegítima. Aunque ISABEL en ningún momento deja de reconocer a ENRIQUE IV como a su rey, la situación que sigue al manifiesto es la de una nueva guerra civil. Durante más de un año, el país estará dominado por el desorden y la anarquia, con múltiples bandos enfrentados entre sí. Aunque, poco a poco, ISABEL y FERNANDO consiguen ir atrayendo a su lado a las ciudades y a una parte importante de la nobleza que ven en los jóvenes esposos una mayor garantía de estabilidad futura.

Se acusa a Juana la Beltraneja de ser hija adulterina y a Beltrán de la Cueva de ser su verdadero padre.


Una asamblea promovida por la familia de los Mendoza en Cigales y Cabezón acusa a Juana la Beltraneja de ser hija adulterina y a Beltrán de la Cueva de ser su verdadero padre. El rey Enrique IV acepta una vez más su deshonra.

Esta pieza también aparece en ... CORONA DE CASTILLA (1230-1716)

Algunos nobles proponen introducir en Castilla la costumbre francesa que excluye a las mujeres del trono.


De hecho algunos nobles proponen introducir en Castilla la costumbre francesa, vigente también en Aragón, que excluye a las mujeres del trono, y proclamar rey a FERNANDO, basándose en que desciende de JUAN I de Castilla por línea de varón en el mismo grado que ISABEL. Con esta solución, se eliminaría, además, la pugna entre ISABEL y la pretendiente JUANA la Beltraneja. Parece que FERNANDO acepta de buen grado la propuesta, pero por lo visto, ISABEL le convence de los graves peligros que acarrearía tal decisión, ajena a los usos de Castilla; es evidente que la mayoría de la nobleza castellana no aceptaría la solución aragonesa.

Muere Enrique IV el Impotente y la cuestión sucesoria divide al reino entre partidarios de Juana la Beltraneja y de Isabel la Católica.


ENRIQUE IV el Impotente, de Castilla, después de un día de cacería en los bosques de El Pardo, encontrándose enfermo se va a descansar al Alcázar de Madrid. Allí fallece en la noche del día de la fecha.  Habida cuenta de los documentos firmados, daba el trono a su hermana ISABEL, contra los legítimos derechos de su hija Juana la BELTRANEJA y la cuestión sucesoria divide a la ciudad entre partidarios de una y de otra. La nobleza también se divide. ISABEL cuenta con el apoyo de algunas de las principales familias nobiliarias, como los Mendoza, los Velasco o los Enríquez. Pero otro sector de la nobleza, con el marqués de Villena y el arzobispo de Toledo, Alfonso Carrillo, a la cabeza, defiende los derechos al trono de JUANA que asimismo está apoyada por su tío el rey de Portugal, ALFONSO VI. Esta rapidez en la proclamación sitúa a nobles y ciudades ante un hecho consumado; imposible, desde ese momento, negociar, discutir, pactar una adhesión; hay que pronunciarse a favor o en contra, sin garantías de ningún tipo. La osadía por parte de ISABEL, es indudable. De hecho, ISABEL se apunta algunos éxitos: Ávila, Valladolid, Tordesillas, Toledo, el País Vasco, no ponen ninguna dificultad en reconocerla como reina; pero Burgos, la región de Zamora y la mitad sur del reino quedan a la expectativa o francamente hostiles. El reino queda sumido en una guerra civil que durará cinco años (1474-1479).

ISABEL se hace proclamar en Segovia, con la ayuda del alcaide de la fortaleza, Andrés Cabrera, reina y propietaria del reino de Castilla.


Muerto ENRIQUE IV, su testamento señala como heredera del trono de Castilla y León a su hija JUANA la Beltraneja. Pese a ello y de acuerdo con lo previsto en el pacto de los Toros de Guisando, ISABEL, apenas tiene noticia del fallecimiento de su hermano ENRIQUE IV, sin esperar la llegada de FERNANDO que está en Aragón, se hace proclamar -en la fecha-, en Segovia, con la ayuda del alcaide de la fortaleza, Andrés Cabrera, reina y propietaria del reino de Castilla (1474-1504). Unos mensajeros incitan a las otras ciudades del reino con representación en Cortes, a prestar juramento a la nueva soberana.

Las tropas lusitanas penetran en el valle del Duero. No se produce la anunciada invasión francesa.


Las tropas lusitanas penetran en el valle del Duero. Su intención es reunirse en Burgos con los franceses, que atacarán desde el norte. Pero no se producirá la invasión francesa y los portugueses, en un espectacular avance, llegarán hasta Baltanás donde se estabilizará el frente en la región de Zamora. El rey portugués, ALFONSO V, no sólo decide apoyar a su sobrina JUANA la Beltraneja, sino que, encontrándose a la sazón viudo, anuncia, en la fecha, su intención de casarse con ella.

Estallido, en la primavera de 1475, en Castilla, de la guerra sucesoria (1475-1479).


La inteligencia política demostrada por ISABEL y FERNANDO al eliminar sus diferencias no puede evitar el estallido, en la fecha, de la guerra sucesoria (1475-1479). Los seguidores de JUANA y aquellos que están junto a ISABEL o, lo que es casi igual, quienes defienden la unión de Castilla con Portugal y los que prefieren que Castilla se una a Aragón, lucharán en una guerra sucesoria por espacio de cuatro años. FERNANDO II, es proclamado corregente de Castilla en el arbitraje de Segovia (1475), participa activamente en la dirección militar de la guerra.

En la Península, al bando anti-isabelino se suma también Francia.


En la Península Ibérica, al bando anti-isabelino se suma también Francia, cuyo monarca, LUIS XI, mantiene un contencioso con el rey de Aragón JUAN II.