Ludwig van Beethoven compone “Para Teresa” que ha pasado por error a la historia como “Para Elisa”.


El compositor Ludwig van Beethoven acude a un recital que va a ejecutar, según le han asegurado, un prodigio de la música. Se trata de una niña con fama de precoz pianista que, en efecto, deslumbra hasta que llega el momento de interpretar una pieza del compositor. La pequeña se aturde tanto que se ve incapaz de tocarla y abandona la sala entre sollozos. Beethoven corre tras ella y le pregunta: “¿Por qué no has podido seguir con mi pieza?”. Teresa como se llama la niña, se limita a excusarse asegurando que todas son muy difíciles. “No te preocupes -le dice Beethoven- escribiré una sonata sólo para ti”. Al día siguiente, 27 de abril de 1810, la joven pianista recibe una partitura que será inmortal. Se titula “Para Teresa”. La pieza pasará a la historia como “Para Elisa” (por error de algún copista) y será una de las preferidas de los estudiantes de piano.