DRUSO el Joven, hijo del emperador TIBERIO, muere en el año 23 dC., víctima del prefecto pretoriano SEJANO que convence a la esposa de DRUSO, Livila, para que le envenene. Antes del nacimiento de los gemelos, Livila pudo ya haber tenido una relación con SEJANO, prefecto del pretorio de TIBERIO. Además DRUSO, quien era naturalmente irascible, había en un ocasión golpeado en el rostro a SEJANO durante el curso de una discusión casual. Para el año 23 parece como si DRUSO, cuya antipatía hacia SEJANO no es secreto, va a suceder a TIBERIO como emperador. Por razones de sobrevivencia, pero también porque puede haber tenido planes de alcanzar el poder supremo, SEJANO se ve en la necesidad de remover a DRUSO. Las fuentes antiguas (Tácito, Suetonio, Dión Casio) concuerdan en que, con la complicidad de Livila, envenena al marido de ésta. Si DRUSO es en efecto asesinado, entonces es hecho tan hábilmente que su muerte en 23 no levanta sospechas, pues se ha hecho con la reputación de bebedor empedernido.
SEJANO (Prefecto romano del tiempo de Tiberio)
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Durante un decenio el Imperio romano ha prosperado bajo la dirección de TIBERIO. Influencia de Sejano.
Durante un decenio (14-23) el Imperio romano ha prosperado bajo la dirección de TIBERIO. Pero a partir de esta fecha SEJANO, prefecto de la pretoría, ejerce en el emperador una influencia creciente.
TIBERIO amargado y enfermo, deja Roma y se retira a Capri pasando a Sejano el poder real.
TIBERIO, en la fecha, amargado y enfermo, huyendo de la agitación y de las intrigas de la corte, y seguramente empujado por SEJANO deja Roma y se retira a Capri pasando a SEJANO la práctica del poder real. Se instala en un palacio que se ha hecho construir sobre el mar.
Agripina la Mayor, viudad de Germánico, es exiliada con sus hijos a la isla de Pandataria.
Agripina la Mayor, viuda de Germánico, es exiliada con sus hijos (excepto Calígula) a la isla de Pandataria, por orden de SEJANO.
El consejero y favorito de TIBERIO, el prefecto SEJANO, es prendido y ejecutado.
TIBERIO pasa su tiempo en Capri entre orgías que se harán célebres. Acostumbraba a bañarse en compañía de adolescentes, casi niños, de uno y otro sexo, a los que iniciaba en el erotismo más desenfrenado. SEJANO, hombre desprovisto de escrúpulos, cruel y refinado, abusa de su poder hasta el punto de que TIBERIO, el 18 de octubre del año 31, le hace prender y ejecutar junto con los miembros de su familia, entre los que figura una hija de once años. Como la ley prohíbe ejecutar vírgenes la hace desvirgar previamente por el verdugo. Se inicia el reinado del terror que hará famoso su principado.