En Irak, la combinación del uso del terror (como depuraciones de comunistas, baazistas e islamistas) y la utilización de armas químicas contra los kurdos o el silencio a cualquier crítica han comportado un desaliento general de la población. Su única base social de apoyo se limita a su clan familiar. La dictadura de SADDAM HUSSEIN (1979-2003) es también fruto de las intervenciones de los países occidentales en la zona, de los cuales se ha servido para reforzar su poder. SADDAM HUSSEIN intentará llevar a Irak a un puesto de liderazgo en el mundo árabe. Rechazará los acuerdos de paz de Camp David firmados entre Israel, Egipto y EEUU., aunque empeoren sus relaciones con otros países árabes.

A partir de estos momentos, los resultados de la actuación de SADDAM HUSSEIN son siempre negativos. Mandará construir palacios presidenciales, para los que usará mármol argentino que cuesta 4.000 dólares el m2. Sus trajes se harán en Ginebra llegando a poseer más de 400. Creará un culto hacia su propia persona que alcanzará proporciones grotescas. Cuando algunos miembros del Baas ponen objeciones a las consecuencias de su toma de posesión del poder total, SADDAM creará un Tribunal Revolucionario que los acusará de “conspirar contra la nación árabe”, los juzgará y los senteciará a muerte.

SADDAM nunca ha tenido la suficiente paciencia para controlar sus ambiciones. En la fecha, se vuelve contra el presidente de la República de Irak, Hassan al-Bakr, que no está de acuerdo con las nuevas depuraciones, y le obliga a dimitir. Tras deshacerse de él SADDAM -de 41 años de edad- da muestras de una codicia y una megalomanía insospechadas hasta entonces. Él mismo se otorga el cargo de presidente, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, secretario general del Baas, jefe de la Dirección de Seguridad, presidente del Comité de Planificación Estratégica y reivindica ser descendiente del profeta Mahoma. Sin sucesor designado, aunque su hijo mayor UDAI manejará puestos clave de la Administración. Sobrevivirá a 7 atentados.

SADDAM HUSSEIN ante la situación en Irán, reacciona tal y como es de esperar: cree que será capaz de someter a Jomeini en poco tiempo e invade Irán, en la fecha, con el permiso de Occidente. Pero su sueño poco sensato desde el punto de vista militar, se esfuma y la guerra durará ocho años y costará un millón y medio de víctimas. SADDAM, en el interior de su país, justifica la guerra contra Irán en la reivindicación patriótica (la frontera iraní en el Shatt el Arab que SADDAM reclama de nuevo en su totalidad). Por otra parte, el miedo a la expansión de la revolución iraní -que está en plena efervescencia- proporciona al Irak el apoyo del mundo Occidental, de la mayoría de los países árabes y de la URSS, temerosa de que se desestabilicen sus repúblicas musulmanas y su intervención en Afganistán. SADDAM HUSSEIN, en su estrategia, utilizará la retórica religiosa frente a EEUU., presentando esta guerra como el último episodio entre árabes sunnies y persas chiitas. (Irak es esencialmente llano, dominado por los valles de los ríos Tigris y Eufrates. Ambos ríos nacen en las montañas orientales de Asia menor y se unen en Basora, cerca del Golfo Pérsico, en el canal navegable de Shatt al-Arab el llamado “río de los árabes” y que constituye, en esta zona, la frontera entre Irak e Irán).

En la fecha, cuando, la guerra entre Irak e Irán pone en peligro el aprovisionamiento de crudo en el golfo Pérsico, se produce la intervención de la ONU que llama a un alto el fuego. Por el armisticio que se firma, en la fecha, Irak se queda con 2.600 km2 de territorio iraní y con un ejército poderoso y fogueado. El alto el fuego decretado hace que los iraníes abandonen a su suerte a los kurdos de Irak. La desmovilización de casi 200.000 soldados aumenta el paro en Irak, pero no frena los ingentes gastos en armamento.

Marruecos envia tropas en 1990 para proteger a Arabia Saudí de la concentración de tropas Irakíes en Kuwait, pero las tropas de Marruecos no intervendrán de forma directa en la “Guerra del Golfo”.

SADDAM al sentirse presionado e incapaz de proporcionar a su gente los frutos de la victoria, y considerando que sus aliados deben agradecerle su labor de contención de la revolución iraní, exige la condonación de su deuda exterior y una reducción de la producción del petróleo para provocar un aumento de su precio. Las negociaciones entre HUSSEIN y los kuwaitíes que extraen de los yacimientos ubicados en la frontera con Irak más petróleo del que le corresponde para solucionar este problema no llegan a cuajar. Kuwait, se niega a fijar cupos de exportación. Existen pruebas de que EEUU. alientan a Kuwait para que siga con su política petrolera anti-Saddam. Ante un aparente guiño de neutralidad estadounidense, Bagdad piensa que puede cobrarse el favor a Occidente ocupando el territorio de su vecino y usufructuando sus riquezas ya que, por otra parte, no reconoce plenamente su independencia.

El fuerte endeudamiento de Irak tras la guerra con Irán -80.000 millones de dólares-, debido a la compra de armas y los costes de financiación de la reconstrucción del país, se agrava, con el descenso del precio del petróleo fruto de la crisis asiática. Los ricos países petroleros árabes se niegan a ayudarlo para sacarlo del apuro económico. Occidente que ha adoptado durante la guerra una postura pro irakí empieza a preocuparse por la maquinaria militar de SADDAM. Después de haber pasado por alto el uso habitual que HUSSEIN ha hecho de las armas químicas contra iraníes y los kurdos, EEUU. y otros países intentan impedir que consiga la tecnología necesaria para que siga adelante con su amplio programa de armas convencionales, en especial con sus planes para construir una bomba atómica. Entre otras medidas, congelan todas las líneas de crédito financiero.

Los preparativos de la invasión Irakí comienzan el de 21 de julio, cuando Irak hace avanzar 30.000 hombres desde Basora hacia la frontera con el Emirato. Este despliegue es seguido del avance de tres divisiones acorazadas y cuatro de infantería.

En la fecha, en la medianoche, etre el 1 y 2 de agosto, los 350 carros de las dos divisiones acorazadas de vanguardia del ejército de Irak atacan el puesto fronterizo kuwaití situado junto a la autopista que enlaza la capital del Emirato con su vecino del norte. El Ejército kuwaití sólo puede organizar alguna resistencia a las puertas de Kuwait City y en al-Jahra, rápidamente superada. Al mismo tiempo que el grueso de los acorazados se dirige hacia la capital, la artillería Irakí castiga la base aérea de Ali Al Salin, mientras que helicópteros de transporte de tropas despliegan comandos que toman la base aérea de Ahmad Al Jabir y las estratégicas islas de Warbah y Bubiyan. En la capital se producen violentos combates en las calles mientras que una columna de carros Irakí se dirige a tomar el Aeropuerto. Caída la capital, desde Basora llegan nuevos refuerzos Irakíes en autobuses con aire acondicionado, al mismo tiempo que se envian tres divisiones acorazadas a tomar los campos petrolíferos de Al-Burqan y defender la frontera con Arabia Saudí. La invasión de Kuwait se ha producido en poco más de veinticuatro horas. Las tropas de Irak toman a miles de extranjeros como rehenes. Kuwait es anexionado y convertido en provincia Irakí.