GUERRAS BÓER

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Se funda una base naval que con el tiempo se convertirá en Ciudad de El Cabo.


Es tal el número de buques de la Compañía Holandesa de las Indias ?Orientales que navegan doblando el sur de África que la compañía envía a AN VAN RIEBEECK con la misión de fundar en la zona una base de aprovisionamiento. Se funda, pues, en la fecha, una base naval que con el tiempo se convertirá en Ciudad de El Cabo. Su misión es abastecer de agua fresca y de alimentos a los barcos de la Compañía Holandesa de las indias Orientales, que se dirigen hacia Oriente (India, China …). Estos suministros resultan vitales para evitar la aparición del escorbuto, enfermedad mortal causada por la falta de vitamina C frecuente en las grandes travesías. Aproximadamente, al mismo tiempo los bantúes empiezan a bajar desde el interior de África en busca de pastos.

Los habitantes aborígenes con los que se enfrentan los holandeses, no son muchos.


Los habitantes aborígenes con los que se enfrentan los holandeses, no son muchos y están constituidos por las tribus hotentotes y bosquimanos. Los hotentotes no presentan grandes problemas, y aunque su mayoría se interna hacia el interior, algunos hotentotes se quedan con los blancos a los que servirán en un plan de semiesclavitud. Con los bosquimanos o pigmeos se da alguna escaramuza, pues son unos buenos guerreros, que, por cierto, saben hacer unas estupendas pinturas rupestres, pero también acabarán huyendo hacia el interior. (Actualmente se encuentran en plan de reserva controlada por el Gobierno, en el desierto de Kalahari).

Se inician las guerras «cafres» entre los boers y los xhosa en Sudáfrica.


Se inician las guerras «cafres» entre los boers (granjeros, descendientes de los colonos alemanes, franceses y holandeses que se asentaron, a partir de 1652 en Sudáfrica y que se caracterizan por su religión protestante y su idioma, el afrikaans, derivado del holandés) y los xhosa en Sudáfrica. Para satisfacer sus necesidades de mano de obra, los boers esclavizan a los indígenas. Mientras tanto, las tribus más hostiles son prácticamente exterminadas. Éste es el caso de los bosquimanos, enemigos temibles, ya que matan el ganado con flechas envenenadas. En cambio, los zulúes resistirán con éxito. Su líder, Shaka, será llamado el Napoleón negro por su genio ?tar. Brillante guerrero, ha creado nuevas tácticas y nuevas armas, convirtiendo su ejército en una fuerza irresistible que domina una amplia zona del extremo meridional de África en los primeros años de la década de 1820. Su método consiste en la destrucción, y lleva ésta a unos extremos que, en proporción, superan las acciones de Genghis Khan o de Tamerlán.

El triunfo del plan de los ingleses en Sudáfrica exige de manera indispensable la destrucción del imperio zulú.


El triunfo del plan de los ingleses en Sudáfrica exige de manera indispensable la destrucción del imperio zulú, de modo que, durante 1878, Frere y Shepstone se dedican a conspirar para que estalle una guerra contra el rey zulú Cetshwayo. Pese a que éste mantiene una actitud pacífica, los dos británicos cursan repetidos informes a la metrópoli en los que se dice que es un tirano sanguinario y se insiste en que su ejército es una fuerza constante de enormes dimensiones, cuando la realidad es que sólo se moviliza para situaciones de emergencia. Frere y Shepstone abrigan el propósito de que, una vez aniquilado el imperio zulú, los hombres de Cetshwayo puedan ser utilizados como mano de obra semiesclava en las granjas y las minas.

Un ejército de 20.000 zulúes obtienen una aplastante victoria en Isandlwana sobre una fuerza británica de 1.200 hombres.


Alegando que el rey de los zulúes se ha negado a disolver su ejército, una fuerza británica al mando de Lord Chelmsford invade Zululand (África del Sur). El 22 de enero de 1879, un ejército de 20.000 zulúes obtienen una aplastante victoria sobre los 1.200 hombres de Chelmsford en Isandlwana que perecen en su mayoría. El ataque zulú dura todo un día, pero finalmente tienen que retirarse. Un pequeño grupo británico ha resistido y ha facilitado la llegada de los refuerzos británicos, que han pasado al contraataque y han acabado ganando la guerra.

El hijo de Napoleón III, el Príncipe imperial cae víctima de una acción de los zulúes.


Tanto los boers como los británicos continúan luchando contra los negros y, naturalmente, ganan las guerras, absorben más territorio tribal y reducen a los negros a la servidumbre. La más violenta de las guerras es la de los británicos contra los zulúes en 1879. Se prolonga medio año, hasta que el poderío zulú se quiebra. El más notable episodio de esta contienda se registra el 1 de junio de 1879, cuando el hijo de Napoleón III, el Príncipe imperial, cae victima de una acción de los zulúes. Si hubiera habido la mínima esperanza de una restauración bonapartista, muere con el Príncipe imperial.

Los británicos consiguen capturar y encarcelar al rey de los zulúes. Desaparece el imperio zulú.


En Sudáfrica, los británicos en su lucha contra los zulúes, llegan hasta Ulundi, la capital del imperio zulú. En el mes de agosto, los británicos consiguen capturar y encarcelar al rey de los zulúes, Cetshwayo. Con la desaparición del imperio zulú, los británicos pueden dar por cerrado todo un ciclo histórico. Zululand queda anexionada a la provincia británica de Natal. Los boers no tardan en percatarse de que los británicos no están dispuestos a tolerar su existencia independiente y, al fin y a la postre, se ven envueltos en una guerra contra ellos.

El 30 de diciembre de 1880, los boers se rebelan. Paul Kruger es uno de los promotores del alzamiento.


El 30 de diciembre de 1880, los boers se rebelan. Paul Kruger es uno de los promotores del alzamiento.

El gobierno británico reconoce de nuevo la independencia de la República de Sudáfrica.


El gobierno británico, presidido por GLADSTONE, partidario de la paz, no desea ir a una guerra con los boers por el tema de la República de Sudáfrica, y el 5 de abril de 1881 reconoce de nuevo la independencia de la República de Sudáfrica, pero insiste en que sea admitida la soberanía nominal de Gran Bretaña, como un artificio para salvar la cara.