IRENEO (Obispo de Lyon)

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Cabeza de las iglesias de Galia, IRENEO marchará a Roma para entrevistarse con el papa ELEUTERIO.


IRENEO, discípulo considerado el mejor de todos del obispo de Esmirna, Policarpo, en 157 es enviado a las Galias. En Lyon (Valle del Ródano), es ordenado sacerdote y desde el año 177 ejerce allí como presbítero. Este mismo año, IRENEO marcha a Roma para entrevistarse con el papa ELEUTERIO y tratar con él sobre la herejía montanista que amenaza con dividir a los cristianos de Lyon. Parece ser que el papa no encuentra motivo de inquietud en la aparición de este movimiento espiritual.

IRENEO, obispo de Lyo, escribe su famosa obra “Contra los herejes”. Se habla de las Iberias. Hace una evocación de la Tradición.


El teólogo cristiano IRENEO, posiblemente el más importante del siglo II, compone un escrito contra las herejías, que se considera el documento más antiguo que habla de la existencia de cristianos en Hispania y que se totula: “Contra los herejes”. En él describe un cierto número de doctrinas que considera aberrantes y a continuación hace una evocación de la Tradición: “… la más grande y más conocida de todas, fundada y establecida en Roma por los dos apóstoles más gloriosos: Pedro y Pablo… Es con esta Iglesia, debido a la autoridad de su origen, con la que debe concordar toda la Iglesia, es decir, los fieles procedentes de todas partes, y es en ella donde los fieles conservan la tradición que procede de los apóstoles… Aunque las lenguas son innumerables en el mundo, el poder de la tradición es uno y el mismo; ni las iglesias fundadas entre los germanos creen ni transmiten otra cosa, ni las de las Iberias, ni las de los celtas, ni las de Oriente, ni en Egipto, ni en Libia…”. Este texto es muy importante porque nos revela que desde el siglo II para un católico, almenos en Occidente, el criterio principal de la verdadera doctrina es la “comunión con Roma”.

IRENEO se preocupa de enumerar los obispos que se han sucedido en Roma desde Pedro y Pablo.


IRENEO se preocupa de enumerar los obispos que se han sucedido en Roma desde Pedro y Pablo. En las Iglesias de Esmirna y Efeso, la serie de obispos permite remontarse también a los apóstoles. En una carta a un amigo, IRENEO recuerda con emoción cómo escuchó en cierta ocasión a Policarpo, obispo de Esmirna, hablándole de Juan, que había visto al Señor.

La reacción contra el gnosticismo y el montanismo acelera la formación del canon del Nuevo Testamento.


La reacción contra el gnosticismo y el montanismo no sólo alienta el pensamiento sobre la doctrina cristiana, sino que también acelera la formación del canon del Nuevo Testamento, proceso que en lo fundamental, se completa hacia la fecha. La Biblia es en si misma insuficiente para articular de manera clara algunos puntos esenciales de la fe cristiana frente a las distorsiones heréticas. Pero la Iglesia del siglo II es muy consciente de ser la guardiana de una tradición sagrada de la cual las Escrituras son el principal componente, pero no el único. S.IRENEO, ya obispo de Lyon (189-202), escribe una “Refutación” insistiendo sobre la fe apostólica de la Iglesia en la unidad de la creación y la redención, y consecuentemente del Antiguo y el Nuevo Testamento, en el que Cristo como nuevo Adán, recupera a la humanidad perdida.

Al papa VICTOR I le corresponde hacer frente al primer conato de cisma de la Iglesia.


Al papa VICTOR I le corresponde hacer frente al primer conato de cisma de la Iglesia, a raíz de la diferencia de fechas entre las iglesias de Occidente y de Oriente para la celebración de la Pascua. Para resolver este problema que se agrava día a día, el papa dispone la celebración de sínodos en las principales comunidades cristianas. Todos los sínodos, con la sola excepción del de Éfeso, coinciden en aceptar la fecha occidental, 15º día de la luna de marzo. El papa VÍCTOR I conmina a los que están en desacuerdo a aceptar lo dispuesto por la mayoría de sínodos. Ante la negativa de éstos, VÍCTOR I toma la apresurada y drástica medida de excluir de la comunidad eclesial a todos los obispos de la región de Éfeso. Sólo en esta comunidad se congrega alrededor de la cuarta parte de todos los cristianos del mundo. Ante la gravedad de la situación. S.IRENEO, convirtiéndose en portavoz de la inmensa mayoría de los cristianos de Occidente, dirige al papa un escrito que aún hoy se conserva, en el que le exhorta a la clemencia en aras de la unidad. Accede a tal súplica VÍCTOR y se salva así la unidad de la Iglesia. Pese a todo este problema persistirá hasta el siglo IV-V.