Los demás hijos recibirán de su padre Sancho III el Mayor: GONZALO (1035-1045) los condados de Sobrarbe y Ribagorza y el bastardo RAMIRO (RAMIRO I) (1035-1064), hereda las tierras del Aragón en torno del monasterio de San Juan de la Peña. Las tierras del Aragón constituyen un territorio muy reducido que se separa de Pamplona para darlo en herencia a RAMIRO I. Éste, que debe homenaje a su hermano GARCÍA SÁNCHEZ, rey de Pamplona, unifica todo este pequeño territorio (menos de 2.000 km2) bajo el nombre común de Aragón y se otorga el título de rey. Es designada Jaca capital del reino de Aragón, dignidad que ostentará hasta la conquista de Huesca (1096). Al margen de la disputa sobre la filiación de RAMIRO I, se puede asegurar que éste actuará como rey, gobernará Aragón como tal e incluso incorporará nuevos territorios a su pequeño Estado. Por otra parte, sus contemporáneos pamploneses y castellanos siempre lo calificarán como rey.

La repartición del reino tras la muerte de Sancho Garcés III el Mayor entre sus cuatro hijos, yendo en contra de la ley vascona de sucesión, da lugar al surgimiento de los reinos de Castilla y Aragón. Comenzando con ello la decadencia del Reino de Pamplona y fin de la unidad política de la población vascoparlante. Estos reinos al seguir su expansión hacia el sur en la reconquista, aumentan más y más su población latina. Debido a ello, poco a poco el euskara, que es la lengua mayoritaría en esos reinos y lengua materna de los primeros reyes de Castilla y Aragón, va perdiendo peso y desapareciendo. Por otro lado, en aquellas épocas, el euskara, es considerado por el cristianismo, como una lengua bárbara y pagana. Lengua y cultura latinas son sinónimos de cristiandad, dado que la mayor parte de la población euskaldun es pagana. A medida que avanzan las lenguas y culturas latinas, avanzará el cristianismo. Hasta que ya en el siglo XIV, el euskara, será considerado como algo exógeno y propio solamente, del Reino de Pamplona. Dando lugar a los primeros decretos de prohibición del euskara, tanto en Castilla como en Aragón. Uno de ellos lo podemos encontrar en las ordenanzas municipales de la ciudad de Huesca de 1349.

En los años 40, RAMIRO I, rey de Aragón, se apodera de Murillo, Monclús, Santa María de Buil y Perrarúa.

RAMIRO I, rey de Aragón, persona con grandes ambiciones, deberá luchar durante mucho tiempo contra los inconvenientes que representa su origen y contra la situación de sumisión en que se halla. Geográficamente, su reino se encuentra situado entre Pamplona y los Banu Hud, familia reianante en Zaragoza, que se despliegan en su flanco oriental. Así, pues, desde el primer momento de su reinado, RAMIRO I inicia una serie de campañas contra los Banu Hud que se desarrollan a lo largo del curso de los ríos Cinca, Esera y Noguera Ribagorzana y, poco a poco, avanzan hacia su meta: Barbastro. También conquista Javierre.

La etapa de colaboración entre los hermanos GARCÍA SÁNCHEZ de Pamplona y RAMIRO I de Aragón han culminado con la conquista de Calahorra, que ha pasado definitivamente a pertenecer a Pamplona. Pero pronto las circunstancias cambian y en el transcurso de una década la amistad, las alianzas se han transformado en una guerra entre los dos reinos. RAMIRO I añade a su pequeño reino la mitad norte de las Cinco Villas (Sos, Biel, Luesia y Uncastillo) y las fortalezas de Murillo y Agüero. Así, con la vista fija en el trono de Pamplona y con deseo de que se reconozca la posición en que se ha situado, RAMIRO I de Aragón, en 1043, ataca a GARCÍA SÁNCHEZ III de Pamplona. Pone sitio a Tafalla, pero su hermano le obliga a levantarlo. Pese al resultado adverso de la acción, RAMIRO I establece un tratado de paz con GARCÍA SÁNCHEZ, quien le reconoce su condición de rey de Aragón y garantiza su independencia.

RAMIRO I de Aragón, aumenta su territorio con los señoríos de Sobrarbe y Ribagorza que al morir, en la fecha, su hermano GONZALO sin dejar heredero, simplemente se anexiona. RAMIRO I ha multiplicado por tres el territorio original de su reino.

En 1045, a la muerte por asesinato de GONZALO, que no deja heredero, su hermano RAMIRO I de Aragón se anexiona los condados de Sobrarbe y Ribagorza, unificando así los tres condados, junto con el de Aragón, que formarán un nuevo reino.

RAMIRO I de Aragón, conquista a los pamploneses los valles de Ascó y Onsella.

RAMIRO I de Aragón conquista, en la fecha, a los musulmanes media docena de pequeñas aldeas en el curso del río Cinca: Laguarrés, Litera, Benabarre… De hecho, RAMIRO I reina sobre un puñado de pequeños monasterios y un centenar de pueblecitos, de los que ninguno supera los mil habitantes. El pequeño reino de Aragón tal vez no alcanza a mediados del siglo XI ni siquiera los veinte mil habitantes. Vive más gente sólo en la ciudad de Zaragoza que en todo el reino de Aragón. RAMIRO I tiene un palacio en un lugar llamado Astorito, que ha desaparecido pero que estaba cerca de Puente la Reina, en la Canal de Berdún. Este palacio debe ser una casona de piedra con algunas dependencias anexas y poco más. RAMIRO se desplaza constantemente por su reino para organizar su gobierno y para asentar sus fronteras. Pese a sus pocos recursos, el reino de Aragón logra estabilizarse como Estado y definir unas fronteras que se defienden con la construcción de una serie de fortalezas.

De la campaña iniciada en el verano de 1058 por RAMON BERENGUER I y ERMENGOL III, aunque no se conocen sus visicitudes, sí se sabe que, en la fecha, ha sido conquistado el Baix Ribagorça, facilitando de esta manera, el camino hacia Barbastro. En efecto, RAMIRO I de Aragón, planea con su yerno, el conde ERMENGOL III de Urgell, la conquista de Barbastro. Pero antes, RAMIRO I tiene que tomar Graus.