Entra en vigor la nueva carta constitucional en la que la denominacióm Serbia y Montenegro sustituye a República federal de Yugoslavia. Serbia y Montenegro no tienen capital común: Belgrado es el centro administrativo y la sede de la Asamblea y del Consejo de Ministros; Podgorica es la sede del Tribunal de Serbia y Montenegro. No existen prácticamente políticas comunes y funcionan por separado ambas repúblicas. El presidente es único y el parlamento está compuesto por los parlamentarios de Serbia (91 asientos) y Montenegro (35 asientos). Ambas repúblicas solo tienen una política común en cuanto a defensa, cancillería, comercio y derechos humanos. Pero ni siquiera mantienen la misma moneda, ya que Serbia utiliza el dinar serbio y Montenegro utiliza el Euro como moneda.

El presidente de la recién constituida República de Serbia y Montenegro, Zoran Djindjic, muere tiroteado por un agente  especial de la policía a las órdenes del clan mafioso de Zemun.

La decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de que se inicien las negociaciones para definir el estatuto de Kosovo, provincia de mayoría albanesa que jurídicamente forma parte de Serbia y Montenegro, aviva las esperanzas de la comunidad albanesa para conseguir la independencia. Serbia espera una solución que garantice la estabilidad de la zona, pero su presidente Boris Tadic advirtió ayer que “nuestra capacidad de maniobra es escasa, a causa de la pesada herencia recibida”, en referencia al ex presidente Milosevic.

En la fecha, con la llegada a Pristina, capital de Kosovo, del ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, enviado especial de la ONU, y de su adjunto, el ex secretario general de Exteriores austriaco Albert Rohan, empieza el proceso que debe formular el estatuto futuro de la actual provincia de Kosovo. Serán unas negociaciones peripatéticas, porque los dos negociadores internacionales se reunirán alternativamente con los representantes del gobierno kosovar y con los representantes serbios en las capitales de Kosovo, Serbia, Montenegro, Albania y Macedonia. Y serán negociaciones difíciles porque los puntos de partida son opuestos. Para los kosovares albaneses está claro que las negociaciones sólo pueden desembocar en la formación de un Estado independiente. Y para los serbios todo es negociable menos la independencia. La dificultad reside en que entre ambas posiciones no hay término medio.

Serbia reconoció ayer la pérdida de Montenegro. “Como presidente de Serbia, acepto los resultados oficiales preliminares del referéndum de Montenegro”, afirmó Boris Tadic en una declaración oficial. “Yo era partidario de mantener el Estado conjunto, pero como presidente democrático de una república democrática reconozco la expresión de la libre voluntad de los ciudadanos montenegrinos”. El presidente de Serbia invitó a todos los montenegrinos, independentistas y unionistas, a “darse mutuamente la mano de la reconciliación”, y aseguró que trabajará para que “nunca haya muros o barreras” entre las dos repúblicas. “Montenegro – prometió- tendrá un amigo fiable en Serbia, tanto política como económicamente”.