Al apuesto y donjuanesco conde de Villamediana, su famosa frase Mis amores son reales le costó la vida.


ISABEL de Borbón, primera esposa de Felipe IV rey de España, es el apasionado objeto del amor del apuesto y donjuanesco conde de Villamediana, a quien su famosa frase Son mis amores reales y otras dedicadas a sus diversas amantes, parece ser le costaron la vida. Según se ha escrito, un día se presentó a un baile con una capa cubierta de reales de oro, con lo que aludía a su suerte en el juego, y con la leyenda “Son mis amores reales”, lo que era un doble sentido con la palabra reales muy peligroso para la época.