ESCOCIA (843-1603)

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Primera visita oficial de VICTORIA a Irlanda arreglada específicamente por Lord Clarendon.


La primera visita oficial de VICTORIA a Irlanda, en 1849, es arreglada específicamente por Lord Clarendon, el Lord Teniente de Irlanda y cabeza de la administración británica, para intentar distraer la atención de la crisis del hambre y también poner alertas a los políticos británicos de que con la presencia de la reina la seriedad de la crisis en Irlanda será más que evidente. A pesar del impacto negativo de la hambruna en la popularidad de la reina, ella todavía sigue siendo lo suficientemente querida como para que al concluir las reuniones del partido nacionalista todos canten «Dios Salve a la Reina».

A los puertos ingleses llegan productos de todo el mundo gracias a su potente marina mercante.


Sin duda en sintonía con los acontecimientos de la época, monarca de la Gran Bretaña e Irlanda de la Segunda Revolución industrial, los valores que VICTORIA I de Gran Bretaña e Irlanda encarna encajan perfectamente en la mentalidad inglesa del siglo XIX, en el encumbramiento de una burguesía tradicionalista, educada en sólidos valores religiosos y culturales, amante del trabajo, la superación y el prestigio social. VICTORIA devuelve como un espejo la imagen que la sociedad decimonónica inglesa tiene de sí misma: una sociedad fuerte, hegemónica en el conjunto de naciones, políticamente estable y económicamente puntera. La Gran Bretaña e Irlanda victoriana se siente en la cumbre del mundo y de la historia. No en vano, el desarrollo económico alcanzado no tiene parangón en ningún otro país ni época, y domina territorios como La India, Australia, parte del Canadá, casi la mitad de África. A los puertos ingleses llegan productos de todo el mundo, gracias a la marina mercante más potente que existe.

VICTORIA de Gran Bretaña ejerce su capacidad de influencia sobre el resto de monarquías europeas.


Por si fuera poco, la vieja y confiada Gran Bretaña e Irlanda observa a salvo los desórdenes que se suceden en el exterior, como el pujante ascenso de los nacionalismos que comienzan a minar las? estructuras de imperios como el ruso, el austro-húngaro o el otomano, manejando hábilmente la política internacional en su propio beneficio, alejada de las disputas entre Francia y Alemania que dominan las relaciones internacionales en Europa a finales del siglo XIX o los manejos de Bismarck para lograr el control continental. Son años de esplendor, en los que VICTORIA domina un imperio y ejerce su ascendencia y capacidad de influencia sobre el resto de monarquías europeas.

Se inaugura en el Hyde Park de Londres, la primera Exposición Universal.


En 1851, se inaugura en el Hyde Park de Londres, la primera Exposición Universal, conocida como la Gran Exposición de 1851. Organizada por el príncipe ALBERTO, la exposición es oficialmente abierta por la reina VICTORIA I, el 1 de mayo de 1851. A pesar del miedo de muchos, prueba ser un suceso increíble, siendo los inventos y novedades mostrados allí posteriormente utilizados para dotar el South Kensington Museum (luego rebautizado como el Victoria and Albert Museum). El edificio emblemático de esta primera «expo» es el «Crystal Palace», hecho íntegramente de vidrio, una construcción nunca vista hasta la fecha.

El primer ministro «whig», Lord Juan Russell, es substituido por un «torie», Lord Derby.


El ministerio de Lord Juan Russell colapsa en 1852, cuando el primer ministro «whig» (liberal) es substituido por un «torie» (conservador), Lord Derby. Russell ha sido primer ministro desde 1846, lo que le ha conferido la autoridad de promover una política económica tendente al librecambismo. Una de sus prioridades en este periodo de gobierno ha sido hacer frente a la hambruna de la patata irlandesa, a la que ha intentado dar solución por medio de una asignación de diez millones de libras en obras públicas.

En Gran Bretaña se consigue una fuerte coalición entre los Whigs y los Torie con Lors Aberdeen a la cabeza.


El conservador Lord Derby no permanece en el poder por mucho tiempo, al no poder mantener una mayoría en el Parlamento. Dimite antes de un año. Para entonces, VICTORIA está impaciente por poner punto final a este período de ministros débiles. La reina y su marido animan vigorosamente la formación de una fuerte coalición entre los Whigs y los Torie. Tal ministerio logra formarse, con el Torie Lord Aberdeen a la cabeza.