En Argentina, el anuncio presidencial de una serie de medidas de política económica, a las que el Fondo Monetario Internacional (FMI) condiciona sus fondos de emergencia y entre las que figura la congelación del gasto público hasta 2005, genera una gran tensión social que tiene su episodio más trascendente en una huelga general de 36 horas, iniciada el 23 de noviembre tras ser convocada por distintas centrales sindicales.

Ricardo López Murphy es nombrado ministro de Economía en Argentina, mientras el presidente De la Rúa asegura que se cumplirán las metas pactadas con el FMI y reafirma el sistema de cambio fijo que desde 1991 ata el peso al dólar en paridad uno a uno.

El Gobierno argentino anuncia un nuevo plan económico que prevé un recorte en el gasto público por 1.962 millones de dólares en 2001 y por 2.485 millones en 2002, para combatir un abultado déficit fiscal. Tres ministros y seis funcionarios del Frepaso presentan su dimisión.

Domingo Cavallo acepta la cartera de Economía, tras la dimisión de López Murphy. Nueve días después, el Congreso otorgará superpoderes a Cavallo para restablecer la economía.

Argentina supera en 1.000 millones de dólares la meta de déficit fiscal para el primer trimestre, acordada en 2.100 millones.

El FMI dice que Argentina no debería modificar su sistema de cambio y recorta las previsiones de crecimiento para 2001 a entre 1,0 y 1,5%, desde el 2%.

Cavallo anuncia que llevará a cero el déficit público mediante recortes en el gasto.

El declive definitivo de los partidos tradicionales en Argentina, empieza a vislumbrarse en las elecciones parlamentarias del 14 de octubre 2001, porque el 40% del electorado no ha votado, lo ha hecho en blanco o ha invalidado la papeleta. Y las dos agrupaciones tradicionales han perdido un enorme caudal de votos. Los radicales, englobados en la Alianza gobernante, cinco millones, y los peronistas, dos millones y medio. El desgaste de los dos principales partidos es de tal magnitud que algunos empiezan a pensar en un cambio de nombre de sus agrupaciones, en una especie de solución a la italiana, donde demócratacristianos y comunistas modificaron su denominación de origen tras la acción de la justicia contra la corrupción. Ocurre en el radicalismo y es más que probable que el peronismo haga lo mismo.

El Gobierno argentino inicia la masiva reestructuración de su deuda pública. Economía decide prorrogar una semana el plazo de los tenedores locales de títulos para presentarse al canje de deuda, y unos días más tarde, retrasa de nuevo el plazo hasta el 7 de diciembre para que los inversores “minoristas” puedan participar plenamente.

El Gobierno de Fernando de la Rúa, limita a 250 pesos o dólares la cantidad semanal (1.000 por mes) que podrá retirar cada ciudadano de su cuenta bancaria para frenar la fuga de capitales, medida que se populariza con el nombre de ‘corralito’ financiero. Esta medida ha provocado malestar en la clase media y en aquellos que viven de la economía informal. Ministro de economía: Domingo Cavallo.