Los “camisas amarillas” en Tailandia, bloquean los aeropuertos.
SIAM / TAILANDIA
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Chavarat Charnvirakul asume de manera interina el cargo de primer ministro de Tailandia.
El 2 de diciembre de 2008, Chavarat Charnvirakul asume de manera interina el cargo de primer ministro de Tailandia tras el cese por inhabilitación de Somchai Wongsawat y la disolución del Partido del Poder del Pueblo, por sentencia del Tribunal Constitucional, que ha considerado han realizado actividades fraudulentas en las elecciones de 2007.
Tailandia cuenta con un nuevo primer ministro. Se trata del líder de la oposición, Abhisit Vejjajiva.
Tailandia cuenta desde hoy con un nuevo primer ministro. Se trata del líder de la oposición, Abhisit Vejjajiva, que, apoyado por los “camisas amarillas” ha sido elegido por el Parlamento como consecuencia de un vuelco en las alianzas entre los grupos parlamentarios. Su tarea principal será la de devolver a la normalidad a este país sumido en el caos durante los últimos diez meses. Abhisit Vejjajiva, de 44 años, líder del Partido Demócrata, la formación más antigua del país, ha obtenido 235 votos, frente a los 198 de su contrincante, Pracha Promnog, candidato de las fuerzas gubernamentales. De esta forma se convierte en el tercer primer ministro tailandés en el último año. Su nombramiento ha sido posible gracias a la decisión de Tribunal Constitucional, el pasado 2 de diciembre, de disolver a los principales partidos que formaban la hasta entonces coalición gubernamental, liderada por el Partido del Poder del Pueblo (PPP), acusados de comprar votos en las últimas elecciones. Los rojos –por el color de su indumentaria–, partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, han montado en cólera porque consideran al nuevo premier una tapadera de los militares.
Levantamiento en Tailandia del estado de excepción declarado hace 12 días en la capital, Bangkok.
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, anuncia hoy el levantamiento del estado de excepción declarado hace 12 días en la capital y cinco provincias aledañas a raíz de las protestas callejeras contra el Gobierno. Vejjajiva dijo que la medida busca la reconciliación con la oposición de los llamados “camisas rojas”, seguidores del ex líder tailandés Thaksin Shinawatra, derrocado por un golpe de Estado en el 2006 y prófugo de la justicia. La suspensión de la medida de emergencia restablece las libertades civiles y serán puestas en libertad todas aquellas personas que fueron detenidas en aplicación del estado de excepción, salvo las acusadas de haber tomado parte en actos violentos. El Parlamento tailandés concluyó ayer un pleno de dos jornadas convocado para que los partidos limaran sus diferencias y pusieran fin a la crisis de las manifestaciones antigubernamentales, que han dejado un saldo de dos muertos y 123 heridos cuando el Ejército y los activistas se han enfrentado en las calles de Bangkok.
El Supremo en Tailandia confisca la fortuna de Thaksin.
El Supremo en Tailandia confisca la fortuna de Thaksin.
Uno de los terrenos de enfrentamiento entre el Gobierno tailandés y los insurgentes es la escuela. son las escuelas.
El desasosiego va en aumento entre las autoridades tailandesas, así como en las estadounidenses, debido a la generalización de la violencia. Al principio, los objetivos de los rebeldes eran el ejército tailandés y las fuerzas de seguridad. Ahora también matan a la población civil y, además, ya no son sólo
budistas las víctimas, sino que también mueren musulmanes considerados colaboradores de Bangkok.
Uno de los principales terrenos donde se libra esta batalla entre el Gobierno tailandés y los insurgentes
son las escuelas. Bangkok intenta fomentar la educación secular para debilitar la influencia islámica. Como respuesta, los rebeldes han asesinado a 115 profesores y han quemado más de 200 colegios públicos en los últimos cinco años. De forma paralela, las escuelas coránicas se han multiplicado en los últimos años, gracias a la financiación procedente de Arabia Saudí y Pakistán. En estas escuelas se les dice a los estudiantes que su deber como musulmanes es reconquistar su tierra a los infieles budistas. Parece que el carácter tailandés budista, que hace de la tolerancia intercultural un dogma, impide a las autoridades de Bangkok hacer frente al radicalismo del mensaje islámico.
Los camisas rojas toman el centro de Bangkok.
Los camisas rojas toman el centro de Bangkok.(Tailandia)
Se producen en Bangkok (Tailandia) los primeros enfrentamientos entre las fuerzas del orden y la oposición.
En Bangkok (Tailandia), se producen los primeros enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los camisas rojas opositores -seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra-, que desde hace casi un mes exigen la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas. Los choques se han saldado con veintidós heridos. En la capital tailandesa crece el escepticismo acerca de la capacidad del Gobierno para controlar la situación, a pesar de haber decretado el estado de excepción. Este enfrentamiento ocurrido en las afueras de Bangkok marca un salto cualitativo en el pulso que Gobierno y oposición mantienen desde el pasado 12 de marzo. La refriega entre antidisturbios y manifestantes ha tenido como escenario las instalaciones de Thaicom, una compañía de servicios por satélite que el día anterior había cortado la señal de emisión de la cadena de televisión P-TV, de la oposición. El Gobierno, que dirige el conservador Abhisit Vejjajiva, ha adoptado esta decisión por considerar que transmitía informaciones falsas y acusaba al Ejecutivo de preparar una “guerra de clases”.
En Tailandia, cada vez son más las voces que se interrogan acerca del silenció de la casa real ante la crisis.
El día 10, siguen los enfrentamientos en Bangkok con el resultado de 20 muertos y más de 800 heridos. El día 11, la oposición pide la mediación del rey de Tailandia. Tailandia, el país de la sonrisa, como se le conoce, ha vivido un total de dieciocho golpes militares desde 1932. Desde entonces han pasado todo tipo de gobiernos. No obstante, desde el año 1946 sigue bajo el reinado de Bhumibol Adulyadej, el monarca más longevo del mundo que permanece en activo. Nadie se atreve en el país a nombrarlo, ni a cuestionarle, pero en privado cada vez son más las voces que se interrogan acerca del silenció de la casa real y la no intervención del monarca para resolver esta crisis política que mantiene paralizado el país desde el 2006. Uno de los motivos de esta pasividad podría ser su avanzada edad (83 años), así como el hecho de que permanece hospitalizado, reponiéndose de una neumonía y bajo atención médica.
En Tailandia los disturbios y la violencia se han extendido por la mitad norte del país.
Bangkok y Tailandia viven horas turbulentas. El caos se ha apoderado hoy de la capital, y los disturbios y la violencia se han extendido por la mitad norte del país después de que el ejército asaltara y desmantelara el campamento de los camisas rojas antigubernamentales en el centro de la capital. El Gobierno ha impuesto un toque de queda en la capital y en 23 provincias de una Tailandia más cerca que nunca de una guerra civil. O de una guerra de guerrillas. Así lo estima, al menos, el ex primer ministro, Thaksin Shinawatra, cuya vuelta reivindican miles de tailandeses. Ahora, desde su escondite desde su derrocamiento por un golpe militar en el 2006, ha declarado a una agencia internacional que el asalto de hoy generará resentimiento entre una población dispuesta “a la guerrilla”. La mayoría de los seguidores de Shinawatra son campesinoso gente con pocos recursos que apoyan a este magnate de las telecomunicaciones porque en su día aplicó una política populista que les favoreció.
