GUILLERMO II de Alemania al convertirse en emperador obliga a BISMARCK a dimitir.


La primera decisión importante que toma GUILLERMO II de Alemania al convertirse en emperador, es obligar a BISMARCK a dimitir. BISMARCK cuenta 75 años y ha sido canciller por espacio de 28 años. Quizá ya es tiempo de que se retire, pero debería haberse cuidado más de no herir su amor propio. Sus servicios a Alemania han sido excepcionales, y desde luego no merece que se le despida sin más ceremonias. El problema es que GUILLERMO II está dispuesto a desempeñar el papel de BISMARCK por sí solo, pero él no es BISMARCK. Ni siquiera está a la altura de BISMARCK de 75 años y cansado, y con él Alemania tomará un nuevo y desastroso rumbo.