Inicia sus sesiones el V Concilio de Toledo.


Inicia sus sesiones el V Concilio de Toledo. Convocado por CHINTILA, elegido rey días antes, gira en torno a tres cuestiones: la sucesión al trono, la protección a la familia del monarca y las garantías a favor de la «clientela» real. El sistema sucesorio queda regulado definitivamente, estableciéndose la obligatoriedad de ser de noble estirpe goda para acceder al trono. Este Concilio también manifiesta la inviolabilidad de la familia del rey y sus fieles, lo que constituye un hecho importante para la génesis del prefeudalismo visigótico. Ha estado presidido por Isidoro, arzobispo de Sevilla.