Inicia sus sesiones el VI Concilio de Toledo. Es convocado por el rey visigodo Chintila.


Inicia sus sesiones el VI Concilio de Toledo. Es convocado por el rey visigodo CHINTILA (lo mismo que el número V), para reafirmar lo convenido en el concilio anterior y conseguir más apoyo y la paz interna que hasta la fecha parece imposible de mantener. Están presentes cincuenta y tres obispos (más del doble que en el anterior) y entre ellos había tres procedentes de la Narbonense (los de Elna y Lodève y el metropolitano de Narbona Esclua), provincia que no estuvo representada en el V Concilio. El Concilio es considerado una reunión de los Obispos de Hispania y La Galia a diferencia del anterior que se calificó como una reunión de obispos de “las diversas provincias de Hispania”. De los diecinueve cánones del concilio, cuatro han estado dedicados a cuestiones políticas, mientras los otros quince se han dedicado a los judíos, monjes, penitentes, libertos, órdenes sagradas, beneficios y bienes de la Iglesia.