Jacobo Francisco Eduardo Estuardo es reconocido como JACOBO III de Inglaterra y VIII de Escocia.


Tras la muerte de JACOBO II en el exilio, en 1701, su hijo de 13 años es reconocido como JACOBO III de Inglaterra y VIII de Escocia por Francia; España; los Estados Pontificios y Módena. Todos estos estados rechazaron reconocer al Rey Guillermo III, la Reina María II y también a la Reina Ana como los soberanos británicos por sus partidarios. El Parlamento inglés, receloso ante el movimiento legitimista formado alrededor de Jacobo Eduardo, católico, vota, en la fecha, el «Act of Settlement» (Ley de instauración). Estipula que si el rey GUILLERMO III y su cuñada ANA Estuardo murieran sin descendencia, la corona pasaría a los príncipes de Hannover.