Mediante un auto acordado en Madrid el 10 de mayo de 1713, se derogan las Leyes de Partidas.


Mediante un auto acordado en Madrid el 10 de mayo de 1713, se derogan las Leyes de Partidas, según las cuales la corona la heredaba el primogénito, ya fuese varón o hembra y luego sus descendientes legítimos. España pasa a regirse a partir de ahora -bajo el reinado de FELIPE V- por la Ley Sálica, que da preferencia a los varones y sus descendientes masculinos en la línea de sucesión, excluyendo a las mujeres.