Un sínodo romano condena el monotelismo y excomulga a los autores de ambos documentos (Ekthesis y Typus).


Tampoco los monofisitas aceptan en Bizancio la nueva formula doctrinal presentada por CONSTANTE II por considerarla insuficiente, con lo que la unión de los cristianos orientales está lejos de ser una realidad. En Roma la postura sigue siendo de tajante condena al monotelismo y un sínodo romano lo condena expresamente, excomulgando a los autores de ambos documentos (Ekthesis y Typus).