John Wilkes Booth, el asesino de LINCOLN, fallecerá de un disparo que le atraviesa el cuello.


Mientras tanto, John Wilkes Booth, el asesino de LINCOLN, en su huida ha llegado después de muchos tropiezos a la granja de Richar H. Garrett, entre Port Royal y Bowling Green, después de haber atravesado con Herold, uno de sus cómplices, el río Anacostia, el río Potomac y el río Rappahannock, siendo atendido de su fractura de pierna por el Dr. Mudd en las cercanías de Bryantown en Maryland y ayudado por algunos soldados sureños confederados. Pero después de una intensa persecución, un grupo de soldados da con él, rodeando la granja y el granero de tabaco donde al asesino se ha escondido y después de breve resistencia, un disparo, al parecer del Sargento Boston Corbett, le atraviesa el cuello, aunque se escribirá mucho sobre la posibilidad de que se haya disparado él mismo al verse perdido. Vivirá dos horas, sin embargo, después del disparo, y morirá a las 5.30 de la madrugada. Es el 26 de abril de 1865. Los demás cómplices serán más tarde detenidos y ahorcados cuatro de ellos, siendo condenados a cadena perpetua y trabajos forzados los demás.