Políticos provenientes de la dictadura primorriverista fundan marzo/abril de 1930 la Unión Monárquica Nacional (UMN), partido que dice defender la monarquía, pero que sobre todo, proclama la virtualidad de la obra realizada durante la dictadura; por lo que son muy críticos con la transición democratizadora de Berenguer, que según ellos favorece la eclosión de partidos revolucionarios. En su lugar solicitan el retorno de la Constitución de 1876, pero con una necesaria reforma en un sentido más autoritario. La UMN será presidida por el exministro de Fomento del Directorio, conde de Guadalhorce, y en ella militarán José CALVO SOTELO, Ramiro de Maeztu, José María Pemán, el hijo del anterior dictador, José Antonio PRIMO DE RIVERA, y un buen número de los integrantes de la anterior Unión Patriótica (UP), el esbozo de partido único creado durante la dictadura. Ligados a la UMN rigen una serie de grupos monárquicos con posiciones más radicales, lo que les hace cercanos a la extrema derecha; el PNE, el Partido Laborista y la Juventud Monárquica.

El hijo mayor del General Miguel Primo de Rivera y Orbaneja -también marqués de Estella a la muerte de su padre- es JOSÉ ANTONIO Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, quien ya el 2 de mayo de 1930, recién caída la dictadura de su progenitor, es nombrado vicesecretario de la Unión Monárquica Nacional (UMN), el partido nostálgico del régimen militar. Entre los jefes de ese partido están Ramiro de Maeztu y José CALVO SOTELO. La definición dada por Primo de Rivera a la Unión Monárquica Nacional revela los orígenes ideológicos del falangismo ya en 1930: “exaltación del sentimiento nacional…”,”disciplina civil…”, “existencia de un ejército y una marina capaces de mantener en todo momento el prestigio de España”.

En un mitin en Bilbao el 6 de octubre de 1930, JOSÉ ANTONIO Primo de Rivera, como portavoz de la Unión Monárquica Nacional, arremete contra la República como forma de gobierno, alegando que es el camino hacia el triunfo de Moscú en España, hacia la revolución. Para José Antonio, las universidades son los focos de corrupción republicana donde se pervierte a los jóvenes.

Ortega y Gasset es el primer “progenitor” de la República que critica abierta y rotundamente, su política, con su tajante anatema de “No es esto; no es esto”. Tan clara condena mueve a algunos de sus discípulos a promover un grupo llamado “Frente Español”, en cuyo manifiesto fundacional colaboran García Valdecasas, María Zambrano, Juan Antonio Maravall, Rubio Sacristán, Justino de Azcárate y otros insignes republicanos “desanimados” ante el giro de los acontecimientos. Quieren reactivar la noción orteguiana de un “partido nacional, sobre todos los partidos”. JOSÉ ANTONIO está a punto de asistir a las reuniones de los promotores de “Frente Español”, pero prefiere quedarse al margen, aconsejado por algunos amigos, para evitar recelos o situaciones incómodas.

El director del diario primorriverista La Nación, Manuel Delgado Barreto, reúne en torno al proyecto de un semanario de carácter doctrinal, “El Fascio”, a varios miembros de la reducida intelectualidad fascista -Ledesma, Giménez Caballero, Sánchez Mazas- junto con algunos derechistas radicales susceptibles de un rápido proceso de fascistización, como el abogado JOSÉ ANTONIO primo de Rivera y el periodista Juan Aparicio, con la intención de establecer las bases de un fascio intelectual, del que terminará surgiendo un núcleo político. Saltándose a la torera la ley, el gobierno republicano de D. Manuel AZAÑA, impide que la publicación pueda distribuirse. Algunos centenares de este primer número pueden ser salvados, pero la publicación no tendrá continuidad.

Falange Española es un movimiento político que surge al implantarse en España la II República, como reacción al pluripartidismo político, especialmente de los partidos de izquierda y de las organizaciones obreras. Su objetivo fundamental es la superación de la lucha de clases mediante la formación de una conciencia nacional anclada en la tradición histórica y basada en el respeto a la jerarquía de un Estado corporativo. Los pilares de su ideario político se pueden resumir en cuatro temas claves: antiliberalismo, antimarxismo, nacionalismo y totalitarismo. Al tiempo que se manifiestan dispuestos a destruir violentamente el estado de derecho.

El acto fundacional de Falange Española, que tiene lugar en el Teatro de la Comedia de Madrid, reúne a fuerzas políticas muy diversas: tradicionalistas, monárquicos, miembros de la Unión Patriótica, militares y miembros de las JONS. Los principales propulsores de la nueva organización son JOSÉ ANTONIO primo de Rivera, hijo mayor del dictador Miguel Primo de Rivera y Orbaneja y el más importante ideólogo de la extrema derecha en España, Julio RUÍZ de ALDA, conocido por su participación en la travesía del “Plus Ultra” y el catedrático granadino Alfonso GARCÍA VALDECASAS. El mitin es calificado por la prensa de izquierdas de “fascista”, una palabra que situa la empresa acometida como fuera del orden constitucional republicano. Los oradores no rechazan “el apellido”, saludan con el brazo en alto, y proclaman su fe en el “fascismo”. Una fórmula presentada como la más eficaz y moderna para hacer frente al comunismo pregonado desde Moscú.

En las elecciones para el Parlamento de España, celebradas en el día de hoy, la CEDA se convierte en el principal partido de las Cortes y GIL ROBLES en el ídolo de la España conservadora. Entre los diputados elegidos se puede apreciar tanto a derecha como a izquierda representantes del extremismo político. José Antonio Primo de Rivera (hijo del dictador) y Francisco Moreno Herrera obtienen acta por Falange Española, partido fundado por José Antonio hace pocos meses. Del otro lado Cayetano Bolívar es el primer representante del PCE (Partido Comunista de España) en las Cortes. La aparición en dicha cámara de dos representantes falangistas y un comunista es la primera advertencia de que la sociedad española está entrando en una espiral de radicalización.

Sale a la calle el primer número del semanario “Falange Española”. En él se postula “un estado totalitario”. Para conseguirlo, se llama a una cruzada a cuantos españoles quieran el resurgimiento de una España grande, libre, justa y genuina.

Falange Española postula un orden social corporativo, que encuadre al ciudadano en las instituciones “naturales”: la familia, el municipio y el sindicato. Lo que después con Franco, se llamará “democracia orgánica”. Rechaza la interpretación materialista de la historia, suscrita por Marx. Reclama para la tradición cristiana del país un respeto que no supone la sumisión a la Iglesia, es decir, mantiene la separación de los dos poderes.